Una mujer denuncia que Swiss Medical no acepta a su hijo por ser autista

No es oro todo lo que reluce, y Karen Ochoa, madre de Cruz Valentín Rojo Correa, puede dar fe de ello. Swiss Medical, una de las obras sociales más caras del país, no acepta como afiliado al niño de 10 años por ser autista, según denunció ella.

"Yo no pido que me regalen nada, quiero pagar como cualquier otra persona y que mi hijo tenga la cobertura médica. Me dijeron que no me lo pueden tomar por la discapacidad del nene. Entonces esto es una discriminación", sentenció Karen con una mezcla de firmeza, bronca y tristeza.

Todo comenzó en marzo, cuando se acercó a Swiss Medical con la intención de afiliarse y a la vez inscribir a Cruz Valentín, que padece Síndrome de Asperger (un trastorno del comportamiento que afecta la capacidad de socializar y comunicarse). A partir de ahí, la joven de 28 años empezó a recibir portazos de una obra social, que en ocho meses no cambió su postura y le hizo vivir intensos días de angustia.

"Ellos no me lo quieren recibir porque es autista y tampoco tienen el mínimo interés en hacerlo. Eso no es una conclusión mía, porque así me lo dijeron ellos, que no me lo aceptaban por eso", aseguró la madre.

Además de Swiss Medical, quien quedó en el ojo de la tormenta con esta denuncia es la Superintendencia de Servicios de Salud, que es el ente nacional de regulación y control de los actores del sector.

Karen señaló: "En la obra social me decían que tenían que presentar cosas en la Superintendencia, y las veces que iba ahí, también tenía la misma respuesta" y luego agregó,  helando la piel de cualquiera: "Me dijeron que era plata tirada, porque él iba a seguir igual".

A pesar de que es una frase que no amerita respuesta alguna, la madre orgullosa de su hijo manifestó que va a quinto grado de una escuela normal y que por suerte no tiene ninguna discapacidad física que acompañe. "Tiene un montón de posibilidades de evolucionar mucho", indicó.

La madre también denunció que los papeles presentados en la Superintendencia de Servicios de Salud, hoy están extrañamente desaparecidos o vencidos.

Susana Placidi es la abogada que lleva adelante el caso y aseguró que en los próximos días va a ingresar el recurso de amparo presentado.

Con más de un caso de este tipo en su haber, Placidi sentenció con dureza: "Con los discapacitados, Swiss Medical tiene numerosos actos de discriminación y de incumplimientos serios y graves".

Actualmente Cruz Valentín no tiene ningún tipo de cobertura social, por lo cual su madre y su abuela se hacen cargo de los distintos gastos que requiere la salud del niño.

"Lo que se puede lo voy pagando de mi bolsillo con la ayuda de mi mamá, que hacemos hasta lo imposible para poder pagar. Es un gran sacrificio poder solventar todo, pero es la salud de él. Encima soy madre soltera", dijo Karen que afirma pagar unos 27 mil pesos por mes.

Luego detalló: "Para la rehabilitación, mi nene necesita psicóloga, kinesióloga, psicopedagoga, fonoaudióloga. Él va a una escuela común y además a una maestra integradora dos horas, porque solo no puede. También necesita  equinoterapia. Además de los gastos del transporte, porque no se puede manejar en colectivos".

Las obras sociales por ley están obligadas a la cobertura del 100% de las distintas prestaciones inherentes a la discapacidad de su afiliado. En ese sentido, el alivio económico para la familia que vive en el barrio Francisco Cáceres de la ciudad de San Luis, sería enorme.

Muchos son los casos de denuncias contra distintas obras sociales por coberturas por reintegros parciales, o inexistentes de las prestaciones. Ésa quizás sea otra lucha para Karen, pero ahora está enfocada en ganar el primer round, para que su hijo sea aceptado como cualquier otro afiliado que paga mes a mes su cuota. "No quiero nada gratis. Se trata de la salud de mi hijo y quiero que tenga los mismos derechos que otros".