Lo condenaron a doce años de prisión por violar a su hija

La chica de 19 años lloró ayer ante los jueces, con su padre a sus espaldas. Lloró como hace seis años, cuando fue entrevistada por una psicóloga en la Cámara Gesell de los tribunales de San Luis y le contó que el hombre la había violado en las vacaciones de invierno de ese año, 2011, cuando vino a visitarlo con su hermanito. Ayer lo reiteró. Su relato fue convincente para la fiscal de Cámara, Carolina Monte Riso, que un rato después pidió que condenaran al acusado a doce años de prisión. Y aunque todavía no se conocen los fundamentos de la sentencia, para saber qué pruebas valoró el tribunal, es posible que el testimonio de la víctima sea una de las cosas que lo convencieron, porque le dio doce años de cárcel al padre violador.

El fallo de la Cámara Penal 1 de San Luis fue unánime. El tribunal fue presidido por José Luis Flores y lo integraron, por subrogación, los jueces de Cámara Civil Beatriz Tardieu y Marcelo Milán. Estuvo de acuerdo con la fiscal de Cámara en cuanto al monto de la pena y en cuanto a la calificación del hecho: “Abuso sexual con acceso carnal, agravado por el vínculo”.

El abogado contratado por el acusado batalló todo lo que pudo durante la instrucción del proceso y durante la etapa definitoria del juicio oral. Cuestionó el valor y el alcance de las pruebas y sostuvo que en el expediente no estaba acreditado el vínculo, porque nunca incorporaron el acta de nacimiento de la víctima, que probara que es hija del acusado, LM (la joven tiene el apellido de su padre, por ese motivo El Diario sólo lo menciona por las iniciales de su nombre). Y en eso tenía razón el defensor.

Sin el agravante de la relación padre-hija, tal vez le daban una pena menor.

Pero la fiscal de Cámara sostuvo que el vínculo entre víctima y victimario no estaba controvertido, porque ella señalaba a su padre como el autor de los abusos. Y él siempre que habló de la joven la reconocía como su hija.

Ayer, antes de que la fiscal y el defensor hicieran los alegatos y los jueces dieran el veredicto, además de la joven violada declaró su madre, la denunciante.

La mujer, que fue traída a San Luis con su hija desde su ciudad en otra provincia, ratificó lo que la entonces adolescente le había contado al interrogarla, una vez que ella se enteró por el mensaje de un familiar, cuatro meses después de los hechos.

Entonces fue a una comisaría de su ciudad a denunciar. Le explicaron que si los hechos habían ocurrido en la ciudad de San Luis, tenía que hacer la denuncia en esta capital. La hizo el 7 de diciembre de 2011.

Ayer, la ex esposa del acusado dijo que se separaron porque él era violento y además la engañaba con otras mujeres. Igual, señaló que jamás hubiera imaginado que podía atacar a su hija.

Como ella y sus hijos volvieron a su provincia y su ex esposo quedó en San Luis, en las vacaciones sus dos hijos venían a pasar unos días con él.

En el invierno de 2011, la nena tenía 13 años y el nene, 4. La chica contó ayer que en esas vacaciones, cuando se iba a dormir, su padre empezó a ir a su cama y a manosearla. Después los abusos fueron agravándose hasta llegar al acceso carnal. Y no fue una sola vez, sino en varias ocasiones.

En noviembre de ese año, ni bien la madre hizo la denuncia, la nena fue examinada por una tocoginecóloga legista del Hospital Materno Infantil de San Luis, que confirmó que la nena tenía signos claros de abuso.

Ella no dijo nada por miedo y por vergüenza. Recién cuando un familiar le mandó un mensaje a su madre indicándole que le preguntara qué le hacía el padre, la adolescente se lo reveló.

Empezó hace seis años

La investigación fue iniciada por la entonces jueza de instrucción Penal 1, Mirtha Esley. Luego, tras su renuncia por jubilación, la causa pasó por las manos de sucesivos jueces subrogantes.

El 11 de diciembre de 2015, el nuevo juez de instrucción 1 titular, Sebastián Cadelago Filippi, ordenó la detención del acusado, que en la actualidad tiene 50 años. Más tarde lo procesó y dispuso su prisión preventiva.

El 2 de marzo de este año, una vez terminada la instrucción, el fiscal de instrucción Gabriel Lutens requirió la elevación del caso a juicio oral y pidió que condenaran a LM a trece años de cárcel.