Suspenden a un juez acusado de golpear a sus 3 hermanas

El Superior Tribunal de Justicia (STJ) resolvió ayer suspender al juez de la Cámara  Civil 1 de San Luis, Horacio Guillermo Zavala Rodríguez (h). Llegó a esa determinación luego de que una hermana del camarista denunció que cuando ella y sus dos hermanas intentaron, con palabras, impedir que retirara los muebles de la casa de su padre, el hijo del ex miembro de la Corte Provincial les respondió a los golpes.

La suspensión será “por el término de 60 días”, informó el Poder Judicial en un comunicado de prensa. En esos dos meses, Zavala Rodríguez percibirá la mitad de sus haberes. 

El Superior Tribunal determinó instruir un sumario al juez después de que su hermana, María Soledad, lo denunciara por violencia familiar en el juzgado de Familia 2 de San Luis. 

El martes, a las 12:30, los policías de guardia de la Comisaría 1ª atendieron el llamado de sus compañeros del Centro de Operaciones. El operador de turno les informó que precisaban la presencia de personal de la oficina judicial en San Martín 443, en el centro de San Luis. El motivo: un disturbio.

Cuando los efectivos llegaron al domicilio en cuestión notaron que un grupo de colegas del Comando y de patrullas de infantes de la Unidad Regional I ya estaba allí y se habían interiorizado sobre lo que pasó. El oficial principal Rodríguez, quien estaba a cargo, les explicó que en la casa había un hombre, que tenía “en su poder una escritura que lo nombraba como propietario del mencionado inmueble” y que tiene cuatro hermanos: las tres mujeres que estaban en la vivienda y un varón, que estaba ausente. 

Según habían averiguado hasta el momento, una de esas hermanas, María Soledad, advirtió que frente a la casa de su padre “estaban cargando muebles” y que Horacio estaba al mando de esa tarea. Le preguntó a su hermano por qué hacía eso, “ya que todavía no se había hecho ningún juicio sucesorio por los bienes de su padre”. Ahí empezó una fuerte discusión. 

Cuando la Policía habló con Zavala Rodríguez, él se presentó como juez de Cámara, con domicilio en la vivienda en disputa, y les exhibió una escritura. El documento, fechado el 13 de este mes y certificado por un escribano, refería que el magistrado había recibido por parte de su padre el derecho de usufructo, es decir, la posesión del inmueble. 

Les dijo que cuando estaba en su casa llegaron sus hermanas. Entraron sin su permiso, contó. “Les manifestó que todo lo que quisieran reclamar que lo hicieran por el juzgado correspondiente, pero que no tenían nada que hacer allí”, precisó una fuente policial. 

Los policías le preguntaron si podían entrar a San Martín 422, para hablar con sus hermanas, y Zavala Rodríguez (h) les contestó que no iba a entrar nadie que él no permitiera o que no tuviera una orden judicial.

Los efectivos, entonces, llamaron a las mujeres para que se acercaran a la puerta. La primera en salir fue María Soledad, de 49 años. La mujer les contó que su hermano Horacio “se estaba apoderando de la vivienda de sus padres, sin haber hecho el juicio sucesorio correspondiente para que los bienes sean repartidos entre sus cinco hijos y no sólo para él”, detalló un informe policial. 

Y desmintió otro dato que el juez le había dado a la Policía: “Él nunca residió en ese domicilio, ya que tiene su casa en Juana Koslay”. María Soledad aseguró poseer, además, documentación que avalaba todo lo que aseguraba, aunque no la tenía en su poder al momento. 
Resaltó que cuando le reclamaba eso, el magistrado comenzó a agredirla “verbal y físicamente, como así también a sus hermanas”. 

María Felicita, de 53 años, y Margarita María, de 55, les confirmaron después a los uniformados que cada palabra de su hermana era verdad.