La víctima acostumbraba a pasar por esa zona del barrio Eva Perón I, para llegar a su trabajo. Iba casi siempre en bicicleta o en moto. Pero el viernes 17 lo hizo a pie. Su rodado se había roto y no contaba con otro medio para hacerlo. Pero ese día excepcional que se atrevió a caminar sola por ese sector, a confiar en la calle, se convirtió en el último. Pues cuando cruzaba un baldío fue sorprendida por un delincuente que la amenazó con un cuchillo, le robó el celular y, no conforme con hacerse del teléfono, consciente de que la superaba en tamaño y fuerza, violó a la mujer. Anteayer, gracias a los precisos detalles físicos que recordó la joven sobre su atacante, la Policía detuvo a un sospechoso.
El hombre vive a cuatro o cinco cuadras de la casa de la víctima, también en el barrio Eva Perón 1, comentó una fuente policial. Su identidad no trascendió, pero tiene entre 27 y 30 años.
Hoy a las 7:30 será retirado de la celda de la Comisaría 40ª y llevado al juzgado de instrucción Penal 2, para que el juez Leandro Estrada lo indague.
Al parecer, no sería la primera vez que el sospechoso pasa por algo similar. Aunque hasta ayer la Policía no contaba con los informes de antecedentes que lo corroboraban, la fuente se animó a decir que se trata de un rostro casi familiar en el ámbito policial, pues arrastra un historial de delitos contra la propiedad.
Lo aprehendieron la tarde del sábado, en la casa donde vive con sus padres y hermanos. Los progenitores no podían creer lo que estaba pasando, cuando un grupo de efectivos de la Comisaría 40ª, Brigada de Investigaciones y División Homicidios se presentaron en el domicilio, de pasaje 5, y les explicaron que contaban con el aval del juez instructor de turno para allanar esa vivienda y aprehender a su hijo, por un caso de abuso sexual que investigaban.
El sospechoso no les dificultó el trabajo. Permitió que revisaran la morada y también que lo subieran a la patrulla, refirió el informante. En ese domicilio los investigadores no hallaron nada que pudiera relacionarlo con la denuncia que había hecho su vecina.
Esos elementos los encontraron unas horas después, ya entrada la noche, en lo de unos parientes. De ella secuestraron ropa y el cuchillo con el que -sospechan- el violador abordó a la mujer para que, primero, le entregara el celular y, luego, no se resistiera al abuso.
Esas prendas ya fueron reconocidas por la damnificada, de 30 años, en la comisaría, indicó la fuente. Los investigadores incautaron también la ropa que ella usó el día que la violaron. "Serán peritadas para ver si contienen algún material orgánico (como semen) que pueda ser cotejado con el del imputado", comentó.
El ataque ocurrió entre las 15 y las 16, en Nelson y Principal Pereyra, señaló el subcomisario Javier Verdú, jefe de la seccional a cargo.
No sucedió en la calle, sino en un sendero de tierra que cruza un descampado, ubicado detrás de un aserradero. En esa zona del barrio casi no hay vecinos, sólo una casa aislada. “El agresor advirtió que la joven pasó por ahí y comenzó a seguirla”, contó otra fuente. Luego, con el cuchillo con el que había logrado robarle, la llevó hasta las malezas y allí la sometió. Le dejó marcados brazos y piernas.
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