Florencia le había dicho a su madre que le dolía el cuerpo

Unos días antes de ser asesinada por su padrastro, Lucas Matías Gómez, acusado de violarla en forma reiterada, Florencia Abril Di Marco le había dicho a su madre que “le dolía el cuerpito”, reveló ayer Romina Di Marco, tía materna de la nena, a El Diario de la República. Ése fue el único comentario, seguramente relacionado con los abusos, que la chica de 12 años le había hecho a su madre, pero no le había hecho más relevaciones, aseguró la hermana de Carina Valeria Di Marco, madre de Florencia.

La mamá de la víctima les dijo a sus familiares que ella no advirtió que ese dolor de su hija podía ser un indicio de que su pareja la violaba. Ni percibió otras señales de que eso pasaba casi delante de sus ojos.

En las próximas horas, una comisión policial de San Luis viajará a Mendoza, a buscar pruebas que ayuden a completar el panorama del calvario que vivió Florencia, a manos de su padrastro. La última violación y el asesinato ocurrieron en San Luis. Pero el médico forense comprobó, en la autopsia, que la nena había sufrido abusos con anterioridad.

La jueza Virginia Palacios comisionó a un grupo de investigadores porque quiere saber si esos ataques sexuales de Gómez a su hijastra empezaron en la provincia vecina, de donde es nativa la familia. Quieren saber si hay alguna denuncia, exposición o constancia sobre eso, ya sea del ámbito familiar o del ámbito escolar. O algún informe socioambiental hecho a la familia que dé cuenta de ello.

Dilucidar ese punto es importante no sólo para calibrar las acciones del acusado –aunque lo que ya se conoce sea demasiado grave–, sino también para determinar cuál fue la responsabilidad de la madre de Florencia.

El hecho de que la nena haya sufrido abusos tiempo antes de ser asesinada pone en tela de juicio la forma en que Carina Di Marco ejerció su rol de cuidadora de su hija.

A partir del viernes pasado, cuando su concubino fue detenido, la madre de Florencia reveló algo de lo que no había hablado hasta entonces, ni siquiera a sus allegados, según asegura su familia: Gómez la maltrataba, en una ocasión quiso ahorcarla, la amenazaba con suicidarse si lo dejaba, se drogaba en forma permanente y en una ocasión drogó a toda la familia. Ella cree, aseguró días atrás, que fue para abusar de la nena.

Sin embargo, les dijo Carina Di Marco a sus familiares y a la prensa, ella nunca sospechó que su pareja violaba a su hija, no detectó signos y la chiquita, que tenía mucha confianza con ella, jamás se lo reveló ni se lo dio a entender. A no ser por aquel comentario de que “le dolía el cuerpito”.

—¿Su hermana nunca había percibido nada sospechoso en el trato de Lucas hacia Florencia?

—Carina declaró en todos lados que tanto ella como los niños fueron drogados.

—¿Cuándo fue eso?

—Hace muy poco, en San Luis. Ella ya estaba embarazada. Le dijo a él que se sentía medio decaída, medio mareada. Igual que a los chicos, los veía raros. Él le dijo que a lo mejor la salsa estaba en mal estado, porque habían comido pizza.

—¿Ella no sospechó nada?

—No, se quedaron con eso.

—¿La nena nunca le contó nada, nunca le insinuó nada?

—No, nunca, nunca dio a entender nada raro.

—¿Y su hermana, por sus propios medios, nunca percibió algo que la hiciera sospechar?

—Lo que cuenta Carina es que no. Que en las noches, Florencia sentía dolor en el cuerpito, y ella creía que, como tenía 12 años, le estaba por venir la menstruación.

Fue un fin de semana que la nena le comentó. Entonces ella le iba a decir que la llevaran al médico y después, bueno, sucedió esto.

—¿Cuánto tiempo atrás la nena le dijo que le dolía el cuerpo?

—Ah, de eso no tengo ni idea. Pasa que no queremos preguntar mucho, ya que le dieron permiso de estar acá, para descansar y estar preparada para la semana que viene, que va a volver a San Luis. Por eso tratamos de no preguntar.

—¿Ella llevaba a la nena a los controles del niño sano?

—Sí, sí, ella tiene los controles y todo.

—¿Los médicos no detectaron los abusos?

—No, porque viste que los médicos te pesan, te miden, todo eso, pero no llegan a tanto. No le han hecho un control ginecológico.

—¿La nena no les dijo nada a los médicos?

—No, la nena cumplía los años y Carina la llevaba al control. Es más, dijo que ella puede mostrar la libreta, para que controlen todo, que ella la cuidaba muchísimo. Lo hace con los chicos.

—¿En qué circunstancias cree usted que Lucas habrá violado a Florencia, se habrá levantado en las noches para hacerlo?

—Y... sí, la ha drogado en la noche a ella y a mi hermana y ahí.

—¿Usted cree que fue en esa oportunidad en que comieron pizzas?

—Sí, entonces.

—¿Lo habrá hecho en otras ocasiones?

—No, no sé, no le voy a decir algo que no sé.

—¿Él solamente consumía droga o también vendía?

—Consumía. Por lo que me comentó mi hermana, consumía. Ella se vino a enterar con la jueza, sacando conclusiones. Le habían encontrado pastillas, parece, en el auto.

—Su hermana comentó días atrás, a la prensa, que ella hace un tiempo descubrió que Gómez tenía cocaína...

—Sí, él le decía que era bicarbonato. Ella se metió un puntito en la lengua y se le había adormecido. Ella le dijo ‘esto no es bicarbonato’ y él le había hecho la cabeza de que sí, bueno… mi hermana cayó.

—¿Él golpeó alguna vez a su hermana?

—Sí, la agarró del cuello y todo. Estaba embarazada cuando la golpeó. Fue en un embarazo anterior, y mi hermana recién ahora habla todo, a lo mejor porque él está preso y todo eso.

—¿Ella nunca les dijo a ustedes que le tuviera miedo o que tuviera problemas con él?

—Sí, ella decía que le tenía miedo porque él la amenazaba con que se iba a matar, que se iba a cortar las venas delante de los niños. Por eso ella seguía, por miedo.

—¿En Mendoza, ella nunca acudió a la comisaría de la mujer o a otro organismo a pedir ayuda?

–No.

—¿Usted siente que su hermana ha sido víctima de él?

—Sí, porque la conozco a Carina y ella no dejaba que Florencia se manejara en colectivo. Ella no quería, ella y Lucas la llevaban a la escuela juntos y todo, se manejaban en el auto para todos lados. Florencia nunca andaba sola en la calle.

—¿Cree que su hermana no ha percibido lo que le pasaba a la nena?

—No. Florencia no dio a entender nada, yo creo que una nena, siendo abusada, va a apuntar a decirle a la madre, o de última ‘vámonos a San Luis que no quiero estar más con Lucas, porque me hace esto’, o algo así.

Ellas siempre estaban solitas ellas dos, o sea que había mucha confianza de madre a hija.

—¿Por qué se habían venido de Mendoza a San Luis, habían tenido un problema?

—Ellos se fueron a San Luis a probar y aparte porque hacía poco había muerto el padre de Lucas, querían empezar una nueva vida. Él no quería estar acá porque le recordaba al padre, que le había dejado una casa, donde vivía él. Entonces, para no quedar con ese recuerdo se fueron a vivir a San Luis, a probar y a salir adelante, nuevamente.

—Su hermana ya no habla con la prensa...

—Es una indicación de la psicóloga. Le dijo que no diga nada hasta que Lucas declare. Ya cuando él declare, cuando la jueza le diga que puede hablar, Carina va a hablar, ella no tiene problemas. Hasta que no le den permiso, no puede decir nada.

—¿Qué va a hacer Carina, va a volver a vivir en San Luis?

—Volvería a Mendoza. Cuando pase todo vuelve a Mendoza. Porque dice que es como un mal recuerdo, por eso es la idea de ella de venirse.

—Imagino que más allá de lo terrible que le pasó a la criatura, a ustedes los habrá shockeado además el hecho de saber que fue Gómez quien lo hizo ¿él nunca reflejó una inclinación así?

—No. Lo que sí, era agresivo, tomaba mucho. Pero cuando empezó a ir a San Luis, ahí empezó con la droga, y así. Y, sí, nos sorprendió porque no era lo que parecía.