La próxima semana declararán las maestras de Florencia Di Marco

Las maestras mendocinas que sabían que Florencia Abril Di Marco sufría abusos a manos de su padrastro, Lucas Matías Gómez, deben venir a declarar ante la jueza Penal 3 Virginia Palacios antes de lo previsto inicialmente, le confirmó ayer una fuente judicial a El Diario. Si bien el testimonio que las docentes dieron en una Fiscalía de la vecina provincia dio claros indicios de que Carina Di Marco, la mamá de Florencia, había sido alertada del sometimiento que su hija padecía y nada hizo, los investigadores aguardan con cierta expectativa su presentación, por los detalles que puedan dar de la reunión que tuvieron con Di Marco. 
En ese encuentro, en julio del año pasado, le contaron que Florencia les había confiado que su padrastro “la acariciaba mucho”. En marzo de este año, en San Luis, Gómez fue procesado por violar y estrangular a la chiquita el miércoles 22 de ese mes; Carina, por ser partícipe necesaria de los abusos, por omitir su obligación de protegerla. 
En principio, dos profesoras de la escuela “Florentino Ameghino”, de Palmira, debían presentarse el lunes 8 de mayo, y una empleada y la directora, al día siguiente. Pero sus declaraciones testimoniales comenzarán el jueves 4. También se ha pedido que comparezcan vecinas de Palmira que conocían a Carina y a Florencia, y que tenían algún contacto con ellas. 
Una es una mujer de apellido Pessi Carabajal que, además de ser mamá de un compañero de colegio de Florencia, atendía a madre e hija en su peluquería. Otra es mamá de un chico que también iba al mismo curso que la nena asesinada, y que fue testigo, aunque  a la distancia, del encuentro que las maestras Adriana Yolanda Ramírez y María Teresa García Cobos mantuvieron con Di Marco. 
Otra de las citadas es una empleada de la escuela “Florentino Ameghino”, Alicia Rizzo Nievas. Si bien ella dijo que, tras el asesinato de Florencia, fue “vox populi” en el colegio que la chica les había contado a sus maestras sobre los manoseos de Gómez, quizás lo más interesante –y grave, en caso de que sea cierto– es que ella aseguró que la directora de la institución, Sonia Mónica Poblete Baigorria, le dio una orden a todo el personal: que no dijeran que sabían que la chiquita era abusada. 
Cuando dio testimonio en la Unidad Fiscal 12, a cargo del fiscal Martín Scatareggi, Ramírez contó que el año pasado, antes de finalizar el primer semestre, Carina Di Marco había mandado a pedir el pase de escuela de Florencia. Al parecer, por esa fecha, la intención de ella y de Gómez de irse de Mendoza ya estaba incubándose. 
La maestra le mandó a decir que no le podía dar el pase a Florencia, que debía ir ella personalmente a buscarlo. Cuando Carina se presentó, el 6 de julio, la maestra le explicó qué perdía la pequeña si se venía a San Luis, ya que estaba en un programa de aceleración escolar. Florencia había repetido cuarto grado. En la semana previa, la chiquita no había ido a clases. 

“La madre se enojó”
“Le preguntamos si había notado algún cambio en Florencia, y ella dijo que no –relató Ramírez–. Florencia nos había comentado que estaba muy triste por irse a San Luis y que no quería irse, quería quedarse a vivir con los abuelos, porque el papá, la pareja de la madre, había veces que la acariciaba”. 
“Le preguntamos cómo te acaricia, te da un beso, te abraza o cómo te acaricia –continuó–. La niña nos dijo que la acariciaba mucho. Nada más. Fue todo lo que nos dijo”. La docente hablaba en plural porque de esa reunión también participó su colega García Cobos. 
La reacción de Carina, ante esa revelación, fue respaldar a su pareja y desacreditar  a su hija. “Dijo que no podía ser (que la toqueteara), ya que él la cuidaba y la quería como un padre (…) Y dijo que la niña mentía”, declaró Ramírez. 
Según la maestra, “todo quedó ahí”. Ésa fue la última vez que vio a Di Marco y también a la chiquita. Le dio a la mujer la libreta y el legajo de su hija. Al día siguiente fue el acto del Día de la Independencia, al que Florencia no fue, y comenzaron las vacaciones de invierno. Las siguientes noticias que Ramírez tuvo de su ex alumna le llegaron a través de la televisión, cuando la Policía la buscaba. 
La voz que se escucha en un audio de WhatsApp, que la Policía de Mendoza obtuvo y le brindó a la comisión policial de San Luis que viajó a hacer averiguaciones en la vecina provincia, sería de Ramírez. Lo habría enviado cuando el cuerpo de Florencia aún no aparecía. 
"Ay, chicas, ojalá que no le haya pasado nada, pero el infeliz del padrastro seguro tiene algo que ver, porque cuando nosotros la teníamos, él la acariciaba a la niña y muchas veces, nos contó a mí y a María Teresa que él la acariciaba, que se metía en la pieza para ver si ella estaba durmiendo, si estaba tapada”, dice.
“Y cuando nosotros –sigue la docente– le dijimos a la madre que ella nos había contado eso para que tuviera cuidado, la madre no nos creyó y dijo que la Florencia mentía, que era re mentirosa y que el novio de ella la quería mucho, por eso hacía, eeeh, por eso la cuidaba y todo, así que ojalá, chicas, que no vaya a ser cosa que el padrastro este, para mí, me da mala espina, para mí que el coso algo tiene que ver, chicas, en serio, pobre niña porque era tan dulce, tímida y confiaba mucho en nosotros y nos llegó a decir eso, me da una impotencia porque seguro algo tiene que ver el padrastro, seguro, chicas, ojalá me equivoque y Dios quiera y la Virgen que la niña esté con vida y bien”.
En su declaración, que fue menos extensa que la de su compañera, García Cobos aclaró que Ramírez es quien citó a Di Marco y que ella no estuvo durante toda la reunión, “porque iba y venía”. “Adriana me explicó que la había citado a la madre porque sospechaba que había abuso a la nena de parte de su padrastro. Y que eso la estaba preocupando (…) No recuerdo cuánto duró la reunión; pero no más de una hora. Adriana me comentó que la madre se había enojado mucho cuando ella le dio a entender lo que creía que estaba pasando…”, aseveró.