La Mixta tuvo 23 días de clase y 20 de paro

El conflicto que mantienen los docentes universitarios de todo el país con el gobierno nacional, no sólo afecta a los estudiantes de la educación superior, sino que también frenó el normal desarrollo del ciclo lectivo en los colegios preuniversitarios dependientes de las casas de estudios públicas. En el caso de la Escuela Normal Mixta (dependiente de la UNSL), los días de clases casi igualan a los destinados a la seguidilla de paros concretados desde que comenzó el año. En poco más de dos meses (marzo, abril y lo que va de mayo), las protestas de los educadores se cuentan por una veintena, mientras que las jornadas normales con los chicos y profesores en el aula, suman sólo 23.

En comparación con las escuelas provinciales, los alumnos de la Mixta fueron al establecimiento educativo sólo la mitad de los días hábiles desde el inicio de clases que, incluidos los de la corriente semana, suman 43.

Amparados en ese dato comparativo, los Padres Autoconvocados  que envían a sus hijos a la institución vinculada a la UNSL, mostraron su descontento con los constantes paros acatados -por mandato sindical- por la mayoría de los docentes que tienen a cargo la formación de los chicos. Una situación cíclica que caracterizó a la institución durante al menos los últimos 15 años, en los que la lucha por los derechos electorales, laborales y salariales fueron la punta de lanza de las huelgas.

En 2014, el grupo de tutores presentó un recurso de amparo en la Justicia e inclusive, ingresaron a las aulas para darles clases a los alumnos, una acción más simbólica que pedagógica como modo de protestar contra los paros.

Ante la reiteración del conflicto docente, la pugna volvió a resurgir primero a fines de marzo de este año, cuando el abogado patrocinante de los Padres Autoconvocados, Ramón Chávez, dijo a El Diario de la República que volvería a reactivar la medida judicial y luego, con el pedido que prometió concretar ayer ante las autoridades de la UNSL para que descuenten los días a los docentes que adhieran a las huelga, por considerarla "abusiva".

La rectora de la Escuela Normal Mixta, Alejandra Quinteros, dijo que la solicitud es un intento de "limitar el derecho a la protesta de los docentes" y que es un reflejo ideológico frente a la conflictividad desatada por las reiterados paros que en San Luis son sostenidos por los dos gremios de la UNSL, la Asociación de Docentes Universitarios (ADU) y el Sindicato de Docentes e Investigadores Universitarios (Sidiu), mientras que el ámbito nacional son convocados por las federaciones Conadu y Conadu Histórica.

"Lo que tienen que entender los padres es que la escuela no está aislada de la situación nacional, los docentes de nuestra institución están afiliados a asociaciones de base que se unieron para protestar. La autoridad no puede intervenir en cuestiones gremiales, el sindicalismo en la Argentina tiene toda una historia que deviene en estas medidas de fuerza que impactan en la educación", aseguró Quinteros.