Las veredas de la calle San Martín se inundaron con la voz profunda de un poeta que recitaba sus reconocidos fragmentos. Algunos se pararon frente a los amplificadores del ingreso a Muhsal y los que entraron descubrieron la imponente figura del Algarrobo Abuelo.
El original diseño, que ganó el 1° puesto en la categoría al Mejor Stand de las Provincias Argentinas en la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, estará disponible en el museo céntrico hasta las vacaciones de invierno, para iniciar una serie de intervenciones artísticas multimedias itinerantes, que llevarán al stand por distintas localidades de la provincia.
"Es una experiencia para que todos los puntanos puedan disfrutarla y conocer un poco más de la obra y vida del poeta Antonio Esteban Agüero”, declaró Gerardo Masman, jefe de área de Museo de la Poesía Manuscrita Juan Crisóstomo Lafinur.
Durante toda la mañana se entregaron pins, folletería alusiva y postales con poemas ilustrados por Beatriz Nora Ramírez, inspirada en “Digo el llamado”, “Digo el mate” y “Cantata del Algarrobo Abuelo”. Así fue el primer día de exposición del ambicioso proyecto en San Luis.
Con la presencia de varias autoridades provinciales, el acto inaugural comenzó con la proyección del clip sobre la infancia del poeta, realizado por el cineasta Gabriel Villazón.
Pero la estrella de la jornada cultural fue el árbol, una combinación lograda entre tecnología, naturaleza y cultura literaria "que habla de un San Luis con raíces profundas de puntanidad", declaró Masman.
Tres minutos dura la experiencia de ingresar a la corteza ultra HD 360 grados dentro un casco de realidad virtual con el Algarrobo Abuelo como epicentro, con el paisaje merlino alrededor y en el aire el trino de las aves y el revoloteo de sus alas, más el ladrido de algunos chocos sueltos. Lo más fuerte es que es el mismo Agüero el relator de ese viaje.
Es impactante la experiencia virtual pero no apto para impresionables, ya que dentro del casco da la sensación de estar en el aire -ni siquiera sentado en una rama- porque no se ven los pies. “Tuvimos que cortar algunas veces porque hay algunos que se marean”, confirmó Gladys Sánchez, responsable de la proyección.
Decoraban la sala unos estantes y varias bibliotecas que formaban un living temático del poeta con un mostrador y dos confortables sillones nido con respaldo que hacían juego. El árbol ocupa el centro del lugar y sus ramas accedieron hasta el primer piso del museo.
El aparato tiene una cuidada construcción, que no es fija sino que sus ramas se mueven. “Según del espacio que dispongamos, las ramas crecen o se pueden podar”, confirmó Pedro Funes, a cargo del equipo de diseño multidisciplinario que lo construyó, gracioso con la metáfora.
Entre los asistentes estuvieron los alumnos de la Escuela 45 Juan de Dios Escobar, de Arizona. 13 alumnos de 5º grado que hicieron una recorrida por el museo (y por otros hitos de la ciudad, como las réplicas en La Punta del Cabildo y la Casa de Tucumán, entre otros) y le entregaron al museo un libro con un archivo fotográfico de su localidad. “Es para mostrar el progreso de Arizona”, comentó la directora escolar, Susana Ferreyra.
Masman aseguró que el árbol estará en Muhsal hasta el 8 de julio, que en las vacaciones de invierno realizará la gira por el interior, que incluye el paso por las Ferias del Libro en Villa Mercedes y en San Francisco y concluirá su viaje en Merlo, en febrero del año que viene, el mismo día en que se darán a conocer los ganadores del concurso nacional realizado por el centenario del nacimiento del poeta, cuyo jurado está integrado por María Kodama, Gustavo Romero Borri y Teresa Fernández Bengoechea.
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