Potrero de los Funes festejó el 1º festival de la "tortilla a la parrilla"

Crujientes, sabrosas y calientes, perfectas para acompañar el mate, las tortitas de chicharrón fueron la excusa ideal para compartir una tarde en familia junto al lago. Aprovechando el receso escolar, el Municipio de Potrero de los Funes organizó el "1º Festival de la Tortilla a la Parrilla", para que vecinos y turistas disfrutaran de las deliciosas masas. El encuentro fue en el Parque Nativo, ayer (jueves) por la tarde. Hubo shows en vivo, danzas folclóricas, juegos, feria de artesanos y sorteos.  Lo más esperado, las 200 tortas que repartieron entre el público.

"Quisimos homenajear a una familia pionera en cocinar tortillas a la parrilla, desde hace 16 años", manifestó Emilse Miranda, secretaria de Turismo de Potrero.

Un cielo azul y un sol muy brillante acompañaron la jornada en el camping. Néstor Ponce, el “tortero del pueblo”, preparó las brazas a fuego lento mientras su mujer y su hermana amasaban los bollos, los estiraba y lo dejaba listo para la cocción.

Cerca de las 14:30 el predio comenzó a tomar vida, llegaron los artesanos y comenzaron los juegos para los más chicos. Sobre el escenario el locutor dio la bienvenida a los visitantes y anunció oficialmente el inicio del festival, una propuesta que promete convertirse en un clásico.

“Es la primera edición de una actividad que buscamos sea la protagonista de cada invierno, como lo es el festival  'El Fogón del Lago', en verano”, comentó Miranda.  También destacó que es parte de la agenda que el municipio armó para las vacaciones.

 La "torta finita", como se la conoce en Potrero, tiene como ingredientes principales la harina,  la grasa y el chicharrón, pero también la historia de una familia que apostó a la unión y al trabajo.

"Estamos muy agaradecidos al intendente Daniel Orlando, que siempre nos impulsó para que continuáramos con esta tradición", dijo Néstor.

Sonia Neiske, su esposa y compañera de trabajo, explicó los procesos del preparado. Dijo que primero colocan los ingredientes en la amasadora y cuando ya están integrados los terminan de unir a mano. Después separan los bollos, "a ojo", porque ya conocen la medida de memoria. Los dejan reposar una media hora y luego los estiran con el palote. “No es tan difícil, el tema es ponerle amor a la masa”, expresó.

Ambas lo acompañan cada fin de semana en su puesto de la Quebrada del Cóndor, a la entrada del circuito. “Aunque nuestra madre falleció, conservamos esta costumbre como un homenaje a ella, es un negocio familiar que nos mantiene unidos”, dijo Gisell Mazo, hermana de Néstor.

A medida que los invitados ingresaron al parque, se le entregó un número para participar de los sorteos. Regalaron juguetes, artesanías, juegos de mate y bauchers para actividades recreativas. 

También entregaron medallas a las niñas del Club de Jockey, por su desempeño y el Ballet Municipal "Luna Cautiva" le puso el tono criollo al encuentro.