Las consecuencias de la publicación de la semana pasada en esta misma columna en la que se veía a dos policías en fotos en una actividad paralela, como modelos o algo parecido fueron más bien drásticas. O, al menos, exageradas, tal como fueron calificadas en algunos medios y redes. La Jefatura de Policía decidió pasar a disponibilidad a los dos oficiales por el simple hecho de fotografiarse y mostrar sus cuerpos.
Pese a la noticia, al parecer los agentes de seguridad no escarmientan. Esta semana se conocieron otras fotos, en este caso de oficiales de la Penitenciaría, que se sacaron selfies cuando estaban en un traslado de dos internos que habían protagonizado una pelea en el penal.
En la imagen que se conoció por las redes sociales se observa a tres penitenciarios -vestidos de civil- en jocoso lenguaje corporal y a los dos malogrados detenidos, uno sentado con tubo de oxígeno y el otro recostado en una camilla.
Habrá que ver si la resolución que toman ahora las autoridades penitenciarias tiene el mismo alcance que la de sus camaradas de la Policía.
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