Sobre fútbol y vino

Si bien las vides llegaron a nuestro país en la época de la colonia, y su desarrollo como actividad productiva data de mediados del siglo XIX, es bueno saber que el posicionamiento y reconocimiento mundial como productores de vinos de calidad es bastante más reciente, podríamos afirmar que comenzó hace sólo 20 o 25 años.

Las inversiones, el conocimiento, la incorporación de tecnología y los agrónomos y enólogos osados y creativos han sido los factores que “conspiraron” para que este cambio suceda. Y producto de esta nueva realidad se vienen incorporando nuevos “jugadores” al mundo del vino cuya actividad principal nada tiene que ver con la vitivinicultura.

Literal es el caso de Nicolás Burdisso, Nico para los hinchas de Boca, club con el que obtuvo 2 títulos nacionales, 3 Copas Libertadores y 2 Copas Intercontinentales entre 1999 y 2004; quien jugó en la Selección Nacional y emigró a Italia, al Inter de Milán en 2004 donde luego de varias temporadas exitosas pasó por La Roma y el Genoa, y actualmente milita en el Torino.

Creó, junto a su mujer Belén Soler Valle, una bodega propia en Gualtallary, Valle de Uco, Mendoza. El interés por el vino comenzó hace muchos años y los llevó a recorrer bodegas y viñedos en Italia, donde viven, y también por toda Francia. Así nació la idea de tener una bodega propia para unir sus dos pasiones: el vino y el fútbol.

Primero, y con gran incertidumbre, compraron en 2008 una finca en Gualtallary, porque la idea siempre fue apostar por el país y que el vino y el terroir único de la Argentina fueran los protagonistas, por eso sus vinos no llevan ni su nombre ni su firma. Vinos de Potrero se llama el emprendimiento que ya elabora cuatro líneas de vinos de gama media y alta, para lo cual se rodearon de profesionales con gran experiencia y prestigio, tal es el caso del enólogo Bernardo Bossi Bonilla, quien trabajó en prestigiosísimas bodegas como Catena Zapata, Ernesto Catena Vineyards y Casarena.

“Malbec de Potrero”, “Reserva de Potrero”, “Gran Malbec de Potrero” y “El Debut de Potrero” son las distintas líneas que ya se ven en varias vinotecas de Argentina y por supuesto también de Italia. Todos ellos obtuvieron grandes premios por reconocidas revistas y críticos internacionales de vinos.

Queridos enófilos, el vino, consumido con moderación, es vida misma hecha pasión que mejora y potencia las relaciones entre las personas, los amigos y las familias. Nos proporciona momentos únicos con infinitas experiencias de disfrute y de placer y, quizás y lo más importante, es que esta pasión es absolutamente compatible con cualquier otra actividad a la que nos dediquemos.

¡A unir las pasiones y a disfrutar la vida! ¡Salud!