Ni el frío, ni la garúa detuvo a los devotos del Cristo de la Quebrada, que desde las 17 del lunes y durante toda la madrugada del martes marcharon rumbo a la "Capital de la Fe".
Desafiando la fresca madrugada, los feligreses recorrieron los 37 kilómetros que separan San Luis de Villa de la Quebrada para cumplir promesas, renovar la fe o agradecer las bendiciones recibidas. La mayoría de los devotos emprendió el viaje ayer al anochecer. Y a primera hora de la mañana del martes continuaban arribando
A lo largo del camino un gran operativo policial facilitó la tradicional caminata. La autopista 25 de Mayo en su extremo sur (frente a la Maternidad "Teresita Baigorria") permaneció cerrada al transito vehicular hasta las 8. También hubo puestos de control para asistir a los peregrinos.
En La Punta el paso de los feligreses era más espaciado. Allí estaban los más experimentados, los que más años tienen de peregrinar y que casi en soledad, lejos de las multitudes de la tradicional procesión, van acompañados de la paz interior que el Cristo de la Quebrada les provee.
Ayer, las autoridades informaron que hasta las 13 ya habían ingresado 54.932 personas, 10.643 vehículos y 562 peregrinos, número que se incrementará con la tradicional caminata.
Con el correr de las horas llegan más fieles, tanto de San Luis como así también de provincias limítrofes.
La fiesta del Cristo de la Quebrada alcanzará su máximo esplendor el 3 de mayo.
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