Faltó prudencia antes de dar una primicia

Ser prudente y responsable al momento de informar debiera ser una lección profesional aprendida e incorporada por cualquier comunicador, aunque penosamente, hay situaciones que dejan en evidencia que, para algunos colegas, la prudencia y la responsabilidad no parecen formar parte de su práctica habitual.
La reflexión surge a partir de lo que sucedió el lunes a la noche, luego de que varios oyentes y lectores se hicieran eco de la publicación de un importante medio radial de la capital puntana, que anunció al aire y en sus redes sociales un presunto doble homicidio seguido de suicidio, en un departamento del barrio José Hernández, que en realidad se había tratado de una tragedia originada en un escape de gas.
Según admitió un periodista de esa radio, su compañero, que conducía un programa nocturno desde los estudios centrales, solo se había valido de los comentarios que algunos vecinos hicieron en Facebook para dar por sentado un crimen que no fue.
Y esa explicación debió dársela nada más y nada menos que al jefe de la oficina de Relaciones Policiales, al jefe de la División Homicidios, al de la Unidad Regional I y al juez Penal 1 de San Luis, que en el lugar del hecho lo interpelaron por esa información falsa, que para la una de la mañana ya se había esparcido dañinamente.
Tanto así que la madre de una de las víctimas llegó al lugar del hecho preguntando en forma desgarradora si la chica “asesinada” era su hija y llevó a otro periodista a preguntarle a la Policía cuánto disparos tenía la joven.
El furcio no se circunscribió solo a la radio en cuestión, porque hubo varios colegas que replicaron la falsa noticia en sus soportes periodísticos sin haber chequeado una sola fuente oficial.
El papelón tuvo una repercusión tal que el juez Sebastián Cadelago Filippi se vio en la necesidad de dar una conferencia de prensa improvisada, cerca de las dos de la mañana, para aclarar las circunstancias del accidente.