El equipo que compitió en la RoboCup ya está en casa

Ayer llegaron a San Luis los seis jóvenes puntanos que participan de los talleres de la Universidad de La Punta (ULP) y que representaron a la Argentina en el Mundial de Robótica “RoboCup 2018”, disputado en Canadá. Los chicos resolvieron problemas técnicos y superaron  desafíos grupales y certámenes individuales. Además lograron el primer puesto en algunas categorías entre los grupos de Latinoamérica.

Los jóvenes compitieron del 18 al 21 de junio en el país norteamericano. Al llegar, la primera tarea fue chequear que los dos robots se encontraran en perfectas condiciones y que cada pieza estuviera en el lugar correcto, además de prepararse psicológicamente y descansar para enfrentar el primer día de competencia.

Todo estaba programado para que los chicos lograran el primer puesto, pero en el primer día se presentaron problemas técnicos y físicos en los dos robots. El instructor Federico Pinna aseguró que los jóvenes se pusieron tristes pero pusieron todo su conocimiento para resolver el inconveniente en el menor tiempo posible.

Patricio Welch (16) dijo: “Tuvimos problemas físicos en el robots y algunos cambios de software limitaron el funcionamiento, pero por suerte lo resolvimos y tuvimos una de las mejores pasadas de la competencia, recaudamos una gran cantidad de puntos, pero no fue lo suficiente para alcanzar puestos muy altos. El primer día fue uno de los más duros para nuestro equipo”.

Sin embargo, Federico resaltó que por más que salieran en los puestos 14 de 27 en “Laberinto” y 18 de 38 en “Línea”, lograron posicionarse en primer lugar entre Chile, Uruguay, Brasil, Perú en ambas categorías.

“Lamentablemente cuando nos tocó realizar los desafíos con los equipos de Irán y los Emiratos Árabes no tenían buenos robots. Pero los chicos ayudaron al equipo iraní en la categoría 'Laberinto' a armar un nuevo androide porque la prueba consistía en agarrar pelotitas y no contaban con ninguna pieza que permitiera cumplir con esta función”, sostuvo Pinna. Para esta prueba sólo tuvieron 24 horas, para romper con las barreras del idioma, conocerse y armar un plan estratégico en conjunto teniendo en cuenta las ventajas y las desventajas de cada uno.

“El grupo de 'Laberinto' cambió partes del robot. Debían explorar el camino, encontrar cuadrados de colores y llegar a un punto especifico. Una vez que lograban eso debían informarle al otro robot que estaban ahí”, explicó el instructor. Esto no fue todo, también los primeros días se sometieron a pruebas individuales y grupales que consistían en recorrer una línea en la arena, sortear obstáculos como ladrillos, palillos, rampas, encontrar objetos térmicos, ingresar a una habitación y rescatar víctimas.

Pinna y el alumno Welch coincidieron en que realizaron el mayor esfuerzo para alcanzar la mejor puntuación, en que la experiencia de compartir con jóvenes profesionales de otro país los ayudó a crecer y en que piensan seguir estudiando, capacitándose y mejorando los robots para presentarse el próximo año con más ventajas.

El grupo completo estaba conformado por: Welch; Joaquín Villares (17); Ana Paula Sosa (16); Martín Rivarola (17); Matías Torres (16) y Martín Silva (18).