Si la cadera es un junco: Gladys "La Bomba Tucumana" en San Luis

Su participación en el programa de Marcelo Tinelli le dejó alegrías y recuerdos a la cantante tropical Gladys "La Bomba Tucumana", que demostró el viernes por la noche en su llegada a San Luis que aún no logra tragar el sabor amargo de la derrota y el escándalo que la llevó a las pistas televisivas. Su rol como bailarina polémica fue motivo de risas para algunos y, por otro lado, reafirmó el cariño que le guardan muchos seguidores. Algunos fueron a verla al salón "La Higuera" en el show que brindó en las primeras horas de ayer.

El doble recital que prometió la artista se transformó en uno a mitad de la madrugada. Muchos que la esperaron durante horas en el salón decidieron retirarse del lugar con una sonrisa chamuscada y el abrigo de invierno en la mano.

Otros tantos, los necesarios para llenar la pista de baile, la esperaron animados y fiesteros hasta las 2:30, cuando la cantante arribó a "La Higuera" escoltada por una nutrida comitiva de seguridad compuesta por cinco agentes. El dj de la noche se encargó de pasar canciones del recuerdo para agilizar el tiempo. Poca cumbia para ambientar la noche pero muchos clásicos de las décadas de los ochenta y los noventa que movieron caderas de jóvenes y adultos.

El primer concierto que Gladys anunció en San Luis era a la medianoche. Las horas pasaron hasta que la rubia tropical apareció por el medio del salón, vestida de azul, el pelo un poco más corto  y la simpatía restringida.

Sin embargo, la tucumana se sacó fotos con algunos de sus seguidores que se lanzaron a sus brazos para saludarla, besarla y admirarla un poco más de cerca.  Ella, con una sonrisa sincera los saludó amablemente y tiró besos por todo el recinto.

A las 3:30 la orquesta se acomodó en el reducido escenario que se preparó para la ocasión. Antes de comenzar, el locutor junto con los músicos se complotaron para agitar a los presentes con un compilado de  canciones instrumentales y tropicales que avivaron la llama del público. Antonio Ríos, "Ráfaga", "Los Palmeras", entre otros artistas fueron los interpretados en el pequeño homenaje.

Con una bienvenida parecida a una ovación, "La Bomba" subió al escenario y comenzó con la lista de temas que preparó con canciones de amor, despecho, amistad y su hit inolvidable "La pollera amarilla", que se llevó el protagonismo de la noche porque los asistentes demostraron que era la canción más esperada por todos.

Su tapado azul se puso a tono con las camisas a lunares de los músicos que fueron controlados por la artista desde el minuto uno. "Ya tendrían que estar los instrumentos sonando", expresó como primer reto cuando subió al escenario y la banda no siguió el ritmo de la cantante.

"Como la flor", una canción de la fallecida  artista Selena Quintanilla, fue la que abrió el show. Luego siguieron clásicos como "Yolanda", "Suavecito, suavecito" o "Entre él o tú", todos temas que demostraron la juventud que la artista carga a pesar de los años para moverse y no parar ni un minuto arriba del escenario.

Durante todo el show, Gladys interactuó con el público como si estuvieran todos en el living de su propia casa. "La Bomba" explicó que el show en San Luis fue el regreso de la artista a los escenarios luego de unas merecidas vacaciones. "Llegué y me enamoré de la provincia, si no fuera tucumana perfectamente sería puntana", expresó la cantante y elogió las rutas y el servicio de wifi gratuito.

El recuerdo del "Bailando..." llegó de forma graciosa y repetitiva. "Me arde la garganta cada vez que hablo pero no me puedo quedar callada. ¿Alguna vez notaron algún escándalo en mis presentaciones? yo creo que no, pero en el programa lo hacían a propósito, la ponían a 'La bicha' y yo me salía de mis cabales", contó al hablar de Micaela Viciconte, con la que Gladys tuvo problemas por ser la novia de su hijo, Tyago Griffo.

"Gracias a mí esa chica es novia del futbolista", siguió Gladys y el público explotó en una sola carcajada. El baile siguió hasta pasadas las 4:30 de la mañana con la despedida de Gladys de las pistas y la promesa de volver muy pronto.