Joana pegó el salto

Lo que tanto deseaba, finalmente se concretó. Joana Bolling (23 años) jugará de manera profesional en el hándbol europeo. Tras sus inicios en Hándbol San Luis y su paso por el balonmano metropolitano vistiendo las camisetas de Mariano Acosta y VILO -Vicente López-, arregló su incorporación al Club Deportivo Balonmano AULA Cultural Valladolid, equipo de la Liga de Honor de España.

Este 2018 será un año difícil de olvidar para ella, ya que también disputó su primer torneo con la Selección Argentina Mayor: los Juegos Odesur "Cochabamba 2018". Allí, la "albiceleste", dirigida por Eduardo Peruchena, logró la medalla de plata y la clasificación a los Juegos Panamericanos Lima 2019. Y fue justamente en el transcurso de ese certamen en suelo boliviano que llegó la propuesta para ir a jugar al "Viejo Continente".

Mientras ultima detalles antes de partir hacia esta nueva aventura, Joana está en San Luis, disfrutando del calor familiar pero sin dejar de entrenar. Trabaja en lo físico en el Campus Abierto de la ULP, cerca de su casa en La Punta. "Estoy entrenando ahí. Es hermoso el lugar y hay que aprovecharlo. Además, me gusta visitar el club (NdR: Hándbol San Luis). Por ejemplo ayer -por el jueves- estuve con los más chiquitos. Me encanta. Siempre que vengo me acerco e intento ayudar en lo que pueda", dijo.

—¿Cómo se dio esta chance de ir a jugar a Europa?

—Waldo Pescara y Carla García estaban en España capacitándose y ellos le hablaron de mi al entrenador del AULA Valladolid. Me llamaron cuando yo estaba en los Juegos Odesur, me hicieron el ofrecimiento, luego enviaron el contrato y firmé. El cambio más grande que tendré es que voy a poder dedicarme al hándbol. Y también tengo pensado estudiar.  Acá en San Luis había empezado instrumentación quirúrgica. Dejé cuando me fui a Buenos Aires y ahora me inscribí en auxiliar de enfermería, ya que el club ofreció pagarme los estudios. 

—Pescara ha sido muy importante en tu carrera deportiva.

—Waldo fue mi entrenador en Hándbol San Luis desde que empecé y fue el que me enseñó todo en este deporte. Tiene un cariño muy grande conmigo.

—¿Qué sabés de tu nuevo club?

—Mi compañeras de la Selección que juegan en España me han hablado bien del equipo. Eso me dejó mucho más tranquila. Por lo que vi es una ciudad muy linda. Lo que me gustó es que me sumaron al grupo de WhatsApp del equipo. Se presentaron todas mis compañeras, el preparador físico, psicóloga, kinesiónologo, todo lo que tiene un equipo profesional. Y el entrenador es el que me escribe constantemente para arreglar el tema de papeles y todo eso.

—¿Qué puede darte como jugadora este paso en lo deportivo?

—Creo que competir allá me dará la velocidad y la viveza que te da el juego europeo. Eso hace la diferencia. Tengo una edad linda como para pegar este salto. Antes por ahí era muy chica o no estaba suficientemente madura.

—La familia, ¿Qué dice?

—Creo que irme a Buenos Aires a los 19 años fue un paso para despegarme de ellos. Deben tener cierto miedo porque vivo mandándome macanas (risas), pero los veo bien, contentos. Mi papá se vino a esta edad de Estados Unidos y sabe de que se trata esto, de dejar los afectos.

—Vamos a la Selección, ¿Qué balance hiciste de los Odesur?

—Fue mi primer torneo en la Mayor y un Odesur es sumamente importante porque empieza el ciclo olímpico. Lo que fuimos a buscar era la clasificación a Lima y la conseguimos. Por ese lado, estábamos súper satisfechas. Pero quedó el gusto amargo porque a la final la queríamos ganar. Si bien Brasil está un escalón por arriba, entramos con la convicción y esperanza de que podíamos dar el batacazo, pero no se dio. Ellas tienen mejor calidad de jugadoras en lo técnico y físico. Todas juegan en las mejores ligas de Europa: Francia, Hungría y Noruega. Pero los partidos hay que jugarlos. Quizás ellas tienen un mal partido, nosotros el mejor y les podés ganar. Esperamos la revancha en Lima 2019.

—¿Y en lo personal?

—Creo que los minutos que tuve en mi primer torneo estuvieron bien. Se dio que por el tema de la altura de Cochabamba se necesitaba mucho recambio. Terminé contenta, me sentí bien con el equipo y súper contenida.

—¿El hándbol argentino está en su mejor momento?

—Está en un gran momento y ha crecido muchísimo y todos los que amamos este deporte queremos que eso continué. Lo bueno que ahora en los canales deportivos se transmiten partidos no solo de la Liga Metropolitana sino también de Europa. Hay varias páginas web dedicadas al deporte. La difusión ayuda al crecimiento.

—¿Un Juego Olímpico es el sueño?

—Me pongo objetivos a corto plazo. El sueño era estar en la Selección Mayor y se dio. Luego ingresar entre las dieciséis jugadoras de la lista que fueron a los Juegos Odesur. Y ahora es mantenerme en el plantel y jugar los torneos que vengan. Tengo muchos sueños antes de un Juego Olímpico, que por supuesto es el objetivo mayor.