Mejora la docente puntana trasplantada en Buenos Aires

Por momentos Alejandra Dellafazia entreabre los ojos, y ante preguntas de su familia y los médicos, aprieta la mano izquierda o derecha para comunicarse. Para la hija de la mujer, que este martes recibió un trasplante de hígado en el hospital Italiano de Buenos Aires, esos mínimos signos son un milagro y a la vez una muestra de que el cuerpo parece haber aceptado el órgano, aunque adelantó que la recuperación será lenta y que aún resta determinar si la docente puntana sufrió algún tipo de daño neurológico por las 28 horas que estuvo sin hígado.

 “Entre ayer (por el jueves) y hoy hubo un cambio notorio. Ya superó las 72 horas cruciales posteriores a la operación pero recobrar la lucidez será un proceso lento por la cantidad de días que pasó sedada”, comentó está mañana Dalma Alonso, hija de Alejandra, que fue intervenida el martes a la madrugada.

“Si bien hay un montón  de otros factores que evaluar, para los médicos, lo que mi mamá hace con los ojos sería un signo de que el hígado comenzó a funcionar. Desde ese lugar la evolución es favorable y muy positiva gracias a Dios y la Virgen, pero el resto del proceso será sumamente lento”, dijo en diálogo con El Diario.

Si bien Dellafazia continúa intubada, Alonso explicó que los médicos también detectaron buena actividad pulmonar y que es posible que entre sábado y domingo la desconecten del aparato que la ayuda a respirar.

“Esta mañana (por este viernes) le hicieron una prueba en la que le dicen diez letras en voz alta y ella debe apretar la mano cuando escucha la letra A. No pudo hacerlo muy bien, pero sí podemos decir que está más tranquila y de a poco, más lúcida. Para nosotros, que hoy esté así es un milagro”, concluyó Dalma.

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