Planifican la restauración de los últimos terrenos quemados
La secretaria de Medio Ambiente puntana consideró que el último incendio fue muy perjudicial. El primer paso será evaluar los daños.
El impacto ecológico de un incendio forestal es considerable, ya que se destruye la biodiversidad, aumenta la desertificación, disminuye la calidad del agua y también de la atmósfera y la recuperación de ambas es una tarea que puede llevar décadas.
La secretaria de Medio Ambiente de la Provincia, Natalia Spinuzza, en diálogo con El Diario de la República, se refirió a las consecuencias ambientales del último incendio que afectó a las Sierras Centrales y tuvo en vilo a bomberos y brigadistas durante seis días. “El plan integral de gestión de incendios forestales consta de tres etapas: prevención, combate y restauración. Particularmente frente a este último incendio estamos en la etapa de restauración”, dijo.
“Este último incendio fue particularmente grande, el fuego consumió 1.400 hectáreas de bosque nativo”, precisó Spinuzza. “Dentro de la etapa de restauración, tenemos que esperar entre uno y dos años para evaluar los daños y ver la capacidad del mismo ecosistema de regenerarse de forma independiente”, expresó la titular de Medio Ambiente.
El impacto medio ambiental de los incendios forestales no se limita a la biodiversidad. Un incendio incide de manera similar en suelo y agua, ya que ambos están relacionados. La tierra queda casi estéril, por lo que el suelo se vuelve más impermeable e impide la penetración del agua en su interior. El manto vegetal desaparece, y con él, la barrera natural que retiene el agua. Además, un incendio trae consigo gases, incluidos los de tipo invernadero, como el dióxido de carbono, que acaban también en la atmósfera.
“Otro factor que influye en el tiempo en que se va a regenerar el bosque nativo es la especie de los árboles afectados. Especies como Caldén, Quebracho, Tala si ven afectadas sus ramas mayores, el tronco o el fuste principal del ejemplar pueden demorar hasta 30 años en regenerarse”, precisó.
En la Secretaría de Medio Ambiente continúan trabajando para evaluar los daños y establecer las tareas de restauración. Con base en la evolución de las condiciones ambientales, tomarán medidas para mitigar el impacto de la quema de 1.400 hectáreas.
Cuenca del Morro
“La Cuenca del Morro es prioridad para la cartera de Medio Ambiente”, según lo expresado por Natalia Spinuzza. “El proyecto es integral, incluye la reforestación y distintas acciones en la cuenca alta, baja y media”, explicó.
Dado el contexto de pandemia las acciones han quedado en pausa, pero “existen varios proyectos sobre los que estamos trabajando para que las tareas de reforestación sean más efectivas”.
Energía limpia
Uno de los factores que más preocupa a los especialistas en medio ambiente es la emisión de gases de efecto invernadero. La actividad que más gases produce ese efecto es la quema de combustibles fósiles, un recurso no renovable.
La Provincia pretende la diversificación del origen de la energía utilizada: actualmente existen cuatro plantas que producen energías de origen no fósil. Son cuatro parques fotovoltaicos, uno de ellos en Terrazas del Portezuelo que abastece casi la mitad de la energía necesaria para el funcionamiento del centro administrativo.
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