En San Luis, abril marcó récords en la segunda ola de COVID-19

Desde el comienzo de la pandemia hasta la actualidad, abril fue el mes que más golpeó a la situación sanitaria en la provincia. 2021 comenzó con cierta estabilidad de casos de COVID-19, pero el mes pasado rompió la mayoría de las cifras límites que había alcanzado San Luis.

A fines de abril la provincia llegó a un récord triste. El viernes 23 detectaron 1.156 casos positivos y en todo el mes registraron un total de 15.335 contagios de coronavirus. Esta cifra implica un 430% más que los casos registrados en marzo, cuando hubo 2.892 positivos. En febrero, el total había sido de 3.241 y en enero, 2.895.

El mismo día que el Comité de Crisis reportó el mayor pico de contagios desde el comienzo de la pandemia, el 23 de abril, también se registró un récord de testeos, que alcanzó las 6.834 muestras analizadas en una jornada. Ese día, el 16,9% de las muestras dio positivo para coronavirus.

Las cifras alarman porque superan ampliamente las detectadas en la primera ola de coronavirus, que se entendió hasta fines de noviembre de 2020, aproximadamente. En este período, el número máximo de contagios registrado fue 510. Sin embargo, es un buen indicio que la cantidad de testeos haya incrementado, dado que en la primera ola el pico de muestras analizadas en una jornada fue de 1.724.

El otro récord que hubo el mes pasado, y uno de los más preocupantes, fue de pacientes en terapia intensiva. El mayor número detectado en un día fue de 57 y la misma situación se repite con los contagiados en estado crítico, con asistencia respiratoria mecánica, que alcanzó un pico de 55 pacientes, lo que ocasionó que el sistema sanitario entrara en una situación de tensión, próxima a la saturación. En marzo, el mayor número de pacientes en terapia intensiva fue de 29 y de contagiados con respirador, 27.

Muertes, otra cifra en alza

Si bien durante abril hubo un 58% más de muertes que en marzo, alcanzando un total de 84 fallecidos, el número de víctimas fatales en un día no superó el récord alcanzado el 27 de octubre y el 17 de noviembre del año pasado, cuando se registraron 9 fallecimientos en una jornada.

Durante los primeros tres meses de este año la cantidad de muertes diarias no llegó a 9 y en marzo se registraron 53 fallecimientos, en febrero 45 y en enero 27. Por lo que, a pesar de que durante el verano hubo movimiento turístico y todas las actividades recreativas, deportivas, culturales y comerciales estaban habilitadas, la cantidad de muertes y casos positivos mantuvo cierta estabilidad, mientras que en abril sucedió lo contrario.

El gobierno provincial apela a la responsabilidad individual y colectiva para que en mayo la cantidad de contagios y fallecimientos descienda y de esta forma evitar más restricciones a las actividades sociales, recreativas y laborales.

Mientras que el país aguarda la llegada de más vacunas, de los laboratorios que no dan abasto para proveer a todo el mundo, solo resta mantener los cuidados mínimos para evitar mayor cantidad de casos positivos y víctimas fatales, ante la llegada de nuevas cepas, más contagiosas.