Testigos complicaron a un hombre acusado de intentar matar a otro

Un vecino y el hermano de Néstor Britos, quien en junio de 2020 fue baleado en el barrio República, apuntaron contra Carlos Alejandro Torres, el único imputado por el hecho y quien es enjuiciado en la Cámara del Crimen 1. Ambos contaron que la noche del 26 de junio pasaron caminando frente a la casa del sospechoso, que este sacó la mano por la ventana y con un revólver disparó e hirió a Britos, quien quedó tendido en el piso.

El debate tiene un jurado unipersonal, presidido por el juez Fernando de Viana. Atento, el magistrado escuchó los testimonios de Facundo Daniel Britos, hermano de la víctima, y de su vecino, Andrés Nicolás Díaz.

El primero de ellos recordó que regresaban de comprar cuando Torres disparó con un revólver calibre 22 y lesionó a su hermano, que se descompensó y fue auxiliado por otro vecino, que lo trasladó al Hospital. Admitió que tras el hecho apedrearon la casa del imputado junto a Díaz, quien contó lo mismo.

Dijo que habían estado en su casa bebiendo alcohol y que cuando se les acabó salieron a comprar más. Mencionó que cuando regresaban escuchó que se abrió una ventana de la casa del imputado y vio que este sacó la mano empuñando un arma y disparó.

Otro de los testigos que declaró ayer fue Kevin Miranda, vecino del barrio y primo de Britos. Dijo que esa noche él estaba durmiendo y que un hermano del herido fue a buscarlo para pedirle que lo acompañara a la comisaría a denunciar que Torres había baleado a su hermano.

Además de ellos, en la audiencia declararon tres policías; dos fueron quienes arrestaron a Torres casi cuatro días después del hecho, cuando se entregó en el Poder Judicial.

El magistrado también escuchó el testimonio de cuatro doctores que atendieron a Britos en el Hospital San Luis. Juan Carlos Paroldi, médico, señaló que Britos ingresó a la shockroom del Hospital con una herida de arma de fuego en la región izquierda del tórax sin orificio de salida, y que a través de una ecografía de urgencia pudo determinar que el proyectil no había generado daños renales. Britos estaba consciente, pero no colaboraba con los profesionales.

Otros tres médicos que dieron testimonio comentaron que fueron quienes atendieron a la víctima en la terapia intensiva del Hospital San Luis. Uno de ellos señaló que, tras indagar si el hombre tenía enfermedades patológicas, valorar su oxigenación, su hipotensión y los resultados de análisis de laboratorio, determinó que tenía un 35 por ciento de riesgo de muerte.

Su recuperación fue buena. Britos respondió de manera favorable a la cirugía y a los tratamientos posoperatorios.

Redacción/MGE