SAN LUIS - Lunes 20 de Mayo de 2024

SAN LUIS - Lunes 20 de Mayo de 2024

EN VIVO

A punto de explotar

Compuesta por 14 músicos, desde hace 16 años la agrupación hace explotar a un integrante cada vez más necesario para la detonación: el público. Dos de los integrantes cuentan cómo hicieron para establecer los tambores como los nuevos sultanes del ritmo.

Por Astrid Moreno
| 24 de mayo de 2022

Había una vez, en una tierra muy lejana (a 800 kilómetros de San Luis), una república llamada La Bomba de Tiempo. Allí el sistema de gobierno era la democracia; su lengua oficial, la de señas; y su presidente, la percusión. Los ministerios estaban formados por los géneros musicales y sus pilares eran la improvisación, el baile y la horizontalidad. Todos los lunes los integrantes del gabinete ofrecían un festín para sus súbditos, el público, quienes sucumbían bajo el seductor sonido de los tambores. El sistema se mantiene vivo aún hoy, a 16 años de su ascenso al gobierno.

 

El secreto para perdurar tantos años en el poder son las asambleas y los ensayos inamovibles que La Bomba de Tiempo dispone para poner todo en discusión, desde las giras, las obras que integran un álbum y las colaboraciones con otros artistas. Cada detalle es sometido a votación.

 

Los percusionistas hicieron 895 espectáculos, colaboraron con 700 artistas de géneros variados y acumulan más de 5 millones de espectadores en toda su carrera. Además, crearon un nuevo concepto: “Los lunes bomba”, que consiste en que, sin falta, el primer día de la semana, los 14 músicos se presentan en Ciudad Cultural Konex, en Buenos Aires y desparraman sus ritmos alocados.

 

“La música es el arte de combinar los horarios”, inició el trompetista, percusionista y compositor Richard Nant para explicar cómo La Bomba... continúa activa pero sin detonar. Otro de los motivos es la tan trillada, pero necesaria, pasión. La satisfacción de tocar y compartir ese espacio hace que tanto él como sus compañeros prioricen el proyecto desde hace casi dos décadas. 

 

Para María Bergamaschi, a cargo de la tumbadora y el chequeré, la organización hace la fuerza. La única mujer integrante del plantel oficial asegura que funcionan como un equipo de fútbol: tienen un grupo con músicos suplentes que los reemplazan en giras o cuando alguno de los 14 fijos no puede asistir a un compromiso. Como un buen sistema de gobierno, a una estructura organizada no hay sismo, o gol del equipo contrario, que logre doblegarlos. 

 

Sobre la desproporción de mujeres y varones en la agrupación, María respondió: “Casualmente siempre me preguntan a mí, y no a los varones, sobre el cupo femenino. Es algo que repercute y estamos trabajando en la idea de poder incorporar más mujeres en el grupo de reemplazo. Si bien el ensamble fue armado de esta manera, queremos abrir el abanico para que puedan entrar otras mujeres a tocar”. 

 

 

Declaración de improvisación
“Pueden improvisar juntos los músicos que vengan de palos y civilizaciones distintas, mientras se escuchen”, dice Nant, casi como si hiciera referencia al decreto número uno de la declaración de improvisación. Sin embargo, el jazzista recurre a una providencia mental, o hasta filosófica, para describir lo que sucede arriba del escenario como un “estado” que atraviesa a La Bomba... independientemente de los instrumentos o géneros que toquen. Para él, no se trata de un grupo de percusión sino de improvisación, independientemente de los instrumentos que utilicen. 

 

En la misma línea reflexiva de su compañero, pero con una mirada astronómica, María sugirió que “la improvisación tiene que ver con el poder escucharse constantemente y en lo que estamos creando en ese momento colectivamente. Se trata de ver qué está pasando en ese presente, en qué puedo aportar y desde qué lugar puedo intervenir en ese universo musical que se está creando”.

 

El segundo decreto es que el público tiene la libertad de no saber bailar y, de todas maneras, mover el cuerpo. La Bomba... se caracteriza por tener una política no discriminativa e inclusiva de los géneros: no se especializan en uno, sino que hacen muchas fusiones. Al no haber un estilo definido, la expresión corporal será exactamente “la que se quiera expresar”, explicó el trompetista.

 

Según explicó María, la fusión es posible por la experiencia previa de los integrantes y sus proyectos en solitario, que van desde el rock, el clásico y el tango hasta la música afroamericana. “Cada uno tiene su recorrido y lo que permite eso es la permeabilidad de estar tocando con un invitado o invitada, acompañar su propuesta, aportar y jugar. Las colaboraciones nos aportan muchos estilos, incluso música para niños”, detalló. 

 

 

El idioma bombeano
El instrumentista e investigador rítmico Santiago Vázquez fue el fundador de la república de La Bomba de Tiempo. El músico creó el grupo con la idea de poner en práctica un nuevo lenguaje propio: el de dirección de ritmo con señas. Se trata de un proceso de lectoescritura, pero de manos, dedos y brazos en el que los músicos logran distinguir figuras musicales, compases y dinámicas. 

 

Es en base a las más de 70 señas inventadas por el grupo que el director comanda, una serie que los percusionistas toman como base para dar riendas sueltas a su propio aporte independiente. “Más allá de lo que propone el director, el grupo general es el que tiene la última palabra”, remarcó la música.

 

Luego de la explosión popular del grupo, los músicos comenzaron a dar talleres y a difundir el lenguaje con otros colegas. Para ellos es algo que empezó, y seguirá por siempre, como un sello de la cultura porteña. La realidad es que la onda expansiva de La Bomba... alcanzó extensiones desconocidas.

 

“No sé si en todas las provincias, pero sí se ve que muchas ya tienen sus grupos de percusión, incluso de mujeres únicamente. Creo que La Bomba... tiene un poco que ver con eso, fue fomentando y dando seguridad y confianza. Además hicimos escuelas y dimos talleres en un montón de lugares, eso estimula y da garantías de que funciona el lenguaje de señas”, razonó la mujer. Y agregó que otros de los factores son lo colectivo que tiene la percusión, el concepto de unión y convivencia. Y, por supuesto, lo atrapante que es el tambor. 

 

En San Luis, en los últimos años surgieron muchos grupos similares, como La Tambora, Flor de Candombe, estrictamente femeninos, y Ritual Percusión, dirigido por Nahuel Rivero, un músico muy cercano al estilo bombístico.

 

María empezó en La Bomba... cuando estaba embarazada; hoy su hija es una de las comensales más de la mesa bombística. A las reuniones de fin de año, integradas por músicos, sonidistas y equipo técnico, se le sumaron los familiares, las parejas e hijos formados dentro y fuera del núcleo radioactivo. 

 

Sobre el vínculo, explicó: “Cuando vemos una foto de cómo éramos cuando arrancamos decimos ‘wow’, porque no teníamos canas ni arruguitas. La familia fue creciendo increíblemente. Tenemos asambleas, discusiones y debates como si fuéramos una. Es un trabajo que le ponemos al grupo, un esfuerzo extra y suceden un montón de cosas para que funcione, como en toda relación. No está nada dicho ni regalado, todo es una revisión constante”.

 

 

Un pueblo que baila es un público feliz
El integrante número 15 de La Bomba... es el público. La pandemia significó un letargo para el grupo, que sin la gente no puede emitir una sola nota. Lo que sucede en vivo solo puede ser sentido en tiempo presente; ese es el último decreto de los bombistas. A partir del minuto cero, en el que un instrumento comienza a sonar, ocurre una retroalimentación. 

 

“Si no está el público, básicamente no está La Bomba de Tiempo", dice Nant, casi como si fuera el eslogan de una campaña política. Pero no es la gente la que les marca el tempo, sino que son ellos los que proponen lugares, pulsos y ritmos que luego son respondidos y transformados en energía bailable. 

 

El objetivo final es alcanzar un estado de libertad que solo puede ser ofrecido por los tambores; los verdaderos reyes que convierten a la república de La Bomba de Tiempo en una monarquía absoluta. 
 

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo