En San Luis creció la superficie con girasol y maíz, pero cayó la de soja

La estabilidad del maíz ante ciertas adversidades explica el incremento en el área por cultivarse con el cereal en la provincia de San Luis, mientras que la oleaginosa se vería reemplazada tanto por el maíz como por el girasol, cultivo que vería aumentada su superficie en un 16%.

Las heladas tardías afectaron al maíz y a la soja en pie, lo que obligó a algunos productores a resembrar. Hacia finales de diciembre, el avance de siembra de la oleaginosa llegaba al 97%, mientras que el cereal alcanzaba un 71%, según el último reporte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

La rentabilidad esperada es también el principal motivo en el crecimiento del área del maní y el girasol, mientras que el sorgo tendría una leve caída, ya que, luego de una campaña complicada por las heladas y plagas, los productores elegirían sembrar maíz en su lugar.

La superficie estimada en San Luis para sembrar maíz con destino comercial es de 535.700 hectáreas, un 4% más que la campaña anterior, mientras que la soja tendrá 159.500 hectáreas, lo que significa una caída interanual del 12%.

El sorgo dispondrá de 27.400 hectáreas, un 3% menos; el maní cubrirá 21.100 hectáreas, un 8% más, y el girasol se implantará en 90.700 hectáreas, registrando un crecimiento del 16%, según las mismas mediciones.

Entre los motivos que influyen en la caída de la superficie de la soja sobresalen el precio y la rentabilidad del 25% esperada del cultivo, con el 40% que ofrece el maíz, que lo ubica entre las preferencias del productor.

Lo mismo ocurre con el maní, cuyo aumento en la superficie sembrada lo explica la renta esperada del 44%.

Mediante un estudio de imágenes satelitales, desde el Departamento de Información Agronómica de la BCBA se obtuvo un valor provisorio de la superficie sembrada con trigo en la provincia de San Luis durante la campaña 2022.

Se estima que la extensión habría alcanzado 8.300 hectáreas, valor 34 y 43% inferior a la campaña anterior y al promedio histórico (2018-2021) respectivamente. De ese total, el 79% del área habría sido destinado a siembras de trigo candeal, cultivado principalmente bajo riego, mientras que el 21% restante, a trigo pan.

De estas últimas, que representan 1.800 hectáreas, serían cosechables 1.300 ha, ya que el 28% se destinó a cobertura o se perdió debido a la sequía y a las heladas tardías.