Dos hombres, a la cárcel por robar con un inhibidor de alarmas

Franco “El Caca” Pizarro no escarmienta. A poco de cumplir el plazo de prisión domiciliaria por una causa de homicidio, volvió a ser apresado, acusado de robar bienes de un vehículo utilizando un inhibidor de alarmas. Este lunes, él y un cómplice, Luis Alcaraz, fueron enviados al Servicio Penitenciario por el juez de Garantías 1, Juan Manuel Montiveros Chada, con prisión preventiva por 30 días imputados como responsables de un robo cometido el sábado en el Autódromo Provincial “Rosendo Hernández”. Hay una tercera imputada, Jessica Guzmán, quien quedó en libertad, pero sujeta a investigación y con prohibición de salir de la provincia.

Alcaraz es investigado en la provincia de San Juan desde el mes pasado por un robo cometido bajo la misma modalidad. Los involucrados fueron denunciados por un ciudadano mendocino que presenciaba el espectáculo de TC en el autódromo junto a un amigo. Según denunció, dos hombres y una mujer abrieron, valiéndose de un inhibidor de señal de control remoto, la camioneta roja de su amigo y sustrajeron dinero y otros elementos.

El denunciante vio, desde el último peldaño de la tribuna 2, cómo la mujer vigilaba el entorno desde cerca de la camioneta mientras uno de los hombres revisaba el interior y el otro esperaba a sus cómplices en un auto blanco. Incluso identificó el modelo de ese vehículo y alcanzó a memorizar los números de la patente.

Según su relato, el damnificado bajó raudamente junto a un amigo, dueño del vehículo, y comenzaron a perseguir a quienes habían abierto su vehículo. En la huida, a uno de los ladrones se le cayeron varios billetes, que otros espectadores ayudaron a juntar.

Dos policías que formaban parte del operativo de seguridad en la carrera fueron alertados por los damnificados y se plegaron a la persecución. Al instante, los tres indicados, quienes resultaron ser Pizarro, Alcaraz y Guzmán, fueron apresados. Cuando los damnificados revisaron la camioneta, descubrieron que estaba toda revuelta y los bolsos de su interior, abiertos.

Ya con los supuestos ladrones demorados, la Policía le pidió directivas al fiscal de Instrucción 2, Ricardo Barbeito, quien dispuso que el Ford Ka blanco en el que se movilizaban los detenidos quedara secuestrado, mientras que el dinero con el que intentaban huir fue devuelto al ciudadano mendocino.

El sábado, el fiscal dispuso que quedaran detenidos por el delito de hurto calificado y los tres involucrados estuvieron alojados hasta ayer en la sede de la Dirección General de Investigaciones.

 ►Imputado por un homicidio

“El Caca” sabe lo que es comparecer ante la Justicia. Solo este año estuvo involucrado en dos causas judiciales. La primera, por la que estaba con prisión domiciliaria, por el asesinato de César “El Banana” Magallanes; la segunda, por la agresión a tiros contra un chico de 18 años de apellido Morales.

El homicidio de Magallanes ocurrió el 22 de enero de este año en Brasil 929, en el barrio San Martín. “El Banana”, quien vivía allí, y un amigo estaban sentados en la puerta cuando un Volkswagen Bora gris oscuro frenó, le preguntó algo y abrió fuego.

En la puerta, la pared y la vereda frontal de la morada quedaron rastros de al menos siete disparos: tres le dieron a Magallanes, uno en cada mano y otro en la ingle, lesión que le provocó una hemorragia incontrolable y que derivó en su muerte momentos después en el Hospital Central “Ramón Carrillo”. Su amigo recibió un balazo en el brazo derecho y el proyectil le quedó alojado entre el hombro y el omóplato, pero sobrevivió.

Pizarro estuvo prófugo y cayó detenido el domingo 5 de febrero tras participar de un disturbio en un camping de San Gerónimo. El 15 de febrero, el juez Marcos Flores Leyes lo procesó con cuatro meses de prisión preventiva. Pizarro obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria el 23 de junio pasado, pero esa medida quedó sin efecto semanas después.

Pero el derrotero delictual de “El Caca” no termina allí. En agosto de este año, fueron allanados dos domicilios relacionados con el ataque a balazos en contra de Samir Morales, en el barrio Pucará. Las requisas fueron solicitadas por la fiscal de Instrucción 1, Eugenia Zabala Chacur, y ordenadas por el juez de Garantías 4, Marcelo Bustamante Marone.

El joven de 18 años fue atacado, el 8 de agosto, a la altura de la casa 10 de la manzana E, en cuyo frente la Policía Científica encontró tres orificios de bala y restos de plomo. Según trascendidos, al menos dos personas le habrían disparado desde el interior de un Volkswagen Gol gris.

Redacción / NTV