Controlar el consumo de luz, recibir un aviso para que no te olvides de tomar tus medicinas o hacer la compra desde el frigorífico ya es posible en la nueva casa conectada que se presenta en el salón de la electrónica IFA de Berlín.
Un anhelo que viene de lejos. Ya en los años 80, los innovadores apostaban por la domótica, el conjunto de sistemas que automatizan las diferentes instalaciones de una vivienda.
Pero durante treinta años, muchas empresas fracasaron a la hora de hacer realidad este deseo de centralizar las necesidades domésticas. Demasiados cables, equipos muy caros, problemas de compatibilidad entre objetos de diferentes fabricantes. Los obstáculos eran muchos.
Para la edición 2014 de esta gran cita berlinesa que expone las últimas innovaciones electrónicas, el ave fénix ha renacido de sus cenizas. La casa "conectada"o "inteligente" está a punto de convertirse en un "mercado de masa muy real", dice Lisa Arrowsmith de la agencia especializada IHS.
Y ello gracias al "crecimiento del smartphone y de sus funciones de control remoto para muchos aparatos como los termostatos, las tomas eléctricas conectadas o los sistemas de seguridad".
El surcoreano Samsung presentó el viernes en Berlín su visión de la "casa del futuro". A golpe de imágenes, el fabricante de móviles se proyectó en 2020: cocinar con las instrucciones de un holograma para la receta, apagar desde el trabajo las luces olvidadas en casa, llevar un registro del número sesiones en el gimnasio, tener un entrenador a distancia. Todo en la punta de los dedos desde un smartphone o una tableta.
"Para muchos, esto solo es una visión, pero el cambio está en marcha y llega a toda velocidad", prometió BK Yoon, uno de los tres responsable de Samsung.
NA
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