A dos meses de la apertura de un registro de familias para ayudar a traer y darle asilo a refugiados sirios, la Fundación de Investigación Social Argentino Latinoamericana (Fisal) indicó que ya tiene unas cuarenta personas anotadas. La mayoría son de San Luis y Villa Mercedes aunque también hay de Merlo y Carpintería. Principalmente ofrecen alojamiento, trabajo y hasta la adopción de niños.
La encargada de la inscripción, Débora Díaz contó que el listado sigue abierto, en www.fisal.org (Ver “Cruzada solidaria”). Y que una vez que tienen los datos, los llaman para entrevistarlos y explicarles el marco legal y cuáles son las responsabilidades a tomar.
Los interesados tienen que ingresar a fisal.org, buscar el link del "Registro solidario de ayuda a familias sirias" y completarlo con sus datos.
"La mayoría de los voluntarios ofrece casa para vivir y alguna posibilidad de trabajo, aunque también tenemos gente que se dispone a alojar a familias enteras. Pero de todas maneras, esto es el inicio, porque hay un restricción legal muy grande a nivel nacional. Básicamente ahora seguimos relevando cuál es la oferta que tenemos para que en el caso que se pueda hacer efectivo, podamos actuar rápido. En este sentido también recibimos muchas invitaciones de profesionales que están dispuestos a dar capacitaciones o cursos de inglés y español. Y estamos coordinando un trabajo interdisciplinario con profesores del centro de idiomas de la Universidad de La Punta y miembros de la Sociedad Sirio Libanesa”, anticipó Díaz.
Pero con la voluntad no alcanza. Si bien el 22 de setiembre se publicó en el Boletín Oficial la nueva disposición de la Dirección Nacional de Migraciones, el abogado Eduardo Allende explicó que “a primera vista parece haber flexibilizado mucho su antecedente, pero igual hay baches. Por ejemplo, en si el llamante debe convocar a una persona o una familia determinada, o si puede hacer un llamado genérico. También aparece la figura de las ONG como garante de los compromisos del llamante (casa, manutención, etcétera), pero no está claro cómo encuadran los organismos en este nuevo procedimiento. Es decir, a pesar de ser más amplia que la anterior, considero que Migraciones debería aclarar más el procedimiento y la ‘letra chica’”, señaló el letrado que colabora con la Fisal.
La reglamentación para traer refugiados siempre fue un limitante. Durante la reunión informativa que realizaron junto a la Fundación Quántica y al Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación (CIDI), principalmente, ya adelantaban que iba a ser una tarea muy complicada por la falta de actualización en las normas. Además, se le suma que entre las familias que escapan de su país pueden llegar a filtrarse miembros del ISIS, un factor que hace tiempo que prendió la luz roja en parte de Europa.
“No sabemos quién está del otro lado. De los cuatro mil combatientes del Estado Islámico que se infiltraron entre los refugiados, ninguno se muere ahogado o en un camión. Por el contrario, todos logran pasar. Entonces, no sabemos dónde podría explotar la próxima bomba. Y los países que están recibiéndolos, tampoco. Por eso, no todos están dispuestos a abrir sus puertas”, explicaba Luis Lusquiños, de Quántica.
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