La avenida Illia entre calles Mitre y Constitución ya es conocida como “la zona de los tordos”. Las veredas que rodean a bares, comercios y oficinas están cubiertas de excrementos, plumas, y ramas que se caen por el peso de las aves. Como si fuera poco, el paisaje tétrico es acompañado por un tremendo olor nauseabundo. Los dueños de los locales piden más limpieza al Municipio porque temen por las infecciones. Mientras que algunos tuvieron que modificar sus hábitos diarios de salidas, otros comenzaron a espantar a los pájaros con métodos caseros.
“Averigüé en internet sobre todas las infecciones que pueden provocar y son muchas. Tanto yo como la señora de al lado tenemos rinitis. Nos lloran los ojos y es por la contaminación que dejan en el ambiente los tordos. Por lo menos yo estoy con gotas todo el tiempo. Desde diciembre que nos quejamos para que los saquen y no pasa nada”, comentó Gabriela, dueña de la santería Gnomo Juan.
Más Noticias