Ya pasaron más de cuatro días y el cajón no aparece. Un robo insólito mantiene ocupados a los oficiales de la comisaría de Santa Rosa del Conlara. El fin de semana, unos ladrones entraron al cementerio, violentaron la puerta de un panteón y se llevaron un ataúd que contenía los restos de Francisco Marino Dadomo, un vecino de esa localidad que murió en 2008.
Según informó el jefe de la Comisaría Nº 25, comisario inspector Carlos Ortiz, el robo podría haber ocurrido en las últimas horas de la tarde del viernes o durante las primeras horas de la mañana del sábado, en el horario en que las puertas del cementerio están abiertas al público.
Unos vecinos que recorrían el cementerio observaron que la puerta del panteón que pertenece a Petrona Noemí Fernández, de 72 años, y en donde descansaba el cuerpo de su difunto esposo, estaba abierta. De inmediato fueron a buscarla para contarle, ya que en diciembre pasado, un cofre que contenía restos óseos de un familiar de Petrona, también fue robado del mismo panteón.
Los primeros datos de la investigación indicaron que ninguna entrada al cementerio fue violentada. En cambio, en la puerta de chapa del panteón hay marcas. Los ladrones habrían hecho palanca con un hierro para poder abrirla y luego llevarse el ataúd.
“Recorrimos todos los nichos, panteones y cualquier lugar dentro del cementerio donde podrían haber escondido el ataúd, pero no encontramos nada. Tampoco había huellas frescas que indiquen con qué podrían haber trasladado el féretro, ya que el tapial mide más de 2 metros y sería casi imposible sacarlo por ahí”, aseguró Ortíz.
En el panteón también se encuentran los restos del padre de Petrona. A diferencia del ataúd profanado, éste no fue ni movido de lugar.
Según contó la viuda, el féretro mide 1 metro y 70 centímetros aproximadamente y está en buen estado. En su momento costó 18 mil pesos. Los investigadores calculan que hoy su valor debe estar cerca de los 50 mil.
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