Denuncian que una prepaga impidió el trasplante de una nena

—¿Podrían enviar una ambulancia que tengo que trasladar a mi hija al Sanatorio Allende de Córdoba para trasplantarle un riñón?
—Enseguida la enviamos. 
Así, la historia se repitió tres veces pero la ama de casa, María José Lozano (29 años) no logró que su nena Sofía Pedernera, de 6, llegue a tiempo a la intervención de un  órgano cadavérico que espera desde hace cinco meses. La madre culpa de la inoperancia a Swiss Medical, por “no actuar como estaba alertada y hacer abandono de persona”.
La chica nació con una insuficiencia renal crónica por una hipoplasia renal bilateral. Hace dos años y medio comenzó con el tratamiento de diálisis con una máquina conectada al lado de su cama. Este no es el primer contratiempo que tuvo. Hace dos años le robaron el aparato con el que realizaba su tratamiento y tras una intensa campaña de El Diario, apareció. En setiembre del año pasado entró en lista de espera y ahí Lozano hizo todo el trámite para hacer el traslado, en el momento oportuno.
“La mutual sabe perfectamente todo lo que tiene mi hija, lo que pasa. Vamos a controles en Córdoba todos los meses”, explicó Lozano. La nena cuenta con el plan 03, uno mediano en el que está incluida con su madre y uno de sus hermanos. “Pagamos mucho, tres mil pesos, y mi familia me ayuda a solventar la inversión”, comentó angustiada. Todo para darle lo mejor a su hija. Sofía tiene cuatro hermanos. Lourdes, de 10 años; Sashya, de 9; Rousy, de 4 y el más pequeño, Kevin, de uno. Su padre, Diego Pedernera, trabaja como operario en una fábrica de termotanques, calefactores, calefones y equipos de aire acondicionado, y está pendiente de todo, aunque esté separado de María José. 
El inicio de la desesperación comenzó el miércoles, cuando Lozano fue a Córdoba por un control y allí visitó la sede local de la prepaga de la cruz blanca. “Había presentido que en cualquier momento me iban a llamar y le avisé a la compañía”, dijo como una corazonada. Ese pálpito, tal vez, surgió a raíz de dos operativos anteriores que no se concretaron porque Sofía estaba en el cuarto y quinto lugar de la lista de espera. “La descartaron porque había personas antes que ella. Pero esta vez fue distinto porque era la única. Cuando me llaman a las tres de la mañana (jueves a la madrugada), me avisan que había un riñón pero tenía que a ir urgente a tomar la muestra de sangre. No me daban mucho tiempo para viajar a Córdoba, tenía que hacerlo en ese momento”, comentó.