Pastores y organizaciones evangélicas brindan su grano de arena para recibir a los refugiados

San Luis sigue trabajando para acoger a familias de refugiados en la provincia. Con la mirada puesta en el objetivo solidario -que necesita de la ayuda de todos los sectores- el gobernador Alberto Rodríguez Saá compartió, este jueves, un desayuno de trabajo con representantes de la Juventud Con Una Misión (JUCUM Argentina) y de las distintas iglesias cristianas evangélicas. También acompañaron a Rodríguez Saá la coordinadora del Comité de Refugiados, Liliana Scheines, y el diputado porteño y titular de la Fundación “La Alameda”, Gustavo Vera, parte del equipo.

El pastor Richard Smith, integrante de JUCUM Mendoza, estuvo seis meses en El Líbano, donde conoció la situación de los refugiados, colaboró en la ayuda humanitaria e hizo contactos para elaborar este proyecto. “Ellos están muy deseosos de venir. En esta reunión compartimos nuestra experiencia. Fue hermoso ver la buena voluntad, tanto de los pastores como del Gobierno”, dijo. Por eso destacó la actitud humanitaria de Alberto: “Fue el único gobernador que nos recibió y San Luis, la única provincia que abrió sus puertas”.

Jorge Chazarreta, pastor de la Iglesia Bautista de Tilisarao, resaltó la necesidad de ayudar a las desamparados: “Recibir a nuestros hermanos que están sufriendo una tragedia, porque tienen que huir de sus países, es una tarea de contención más allá de las religiones”.

Otro miembro de JUCUM Mendoza, Martín Peregrina, invitó a la comunidad  a “ayudar, contener  y ser parte”  del proyecto que intenta dar alivio a “este flagelo mundial que son los refugiados”.

Eduardo Peredo, pastor de la Iglesia Evangélica Bautista Nueva Esperanza de Villa Mercedes, destacó la iniciativa como “una oportunidad y un desafío de hacernos cargo” de los que sufren.

“Nos comprometimos a trabajar con las iglesias para acompañar y abrazar a nuestros hermanos, como lo hizo nuestro señor Jesús”, dijo Rubén Scotti, pastor de la Iglesia Bautista Encuentro con Dios de San Luis y secretario ejecutivo del Consejo Pastoral de la ciudad.

Como las personas que arribarán a la provincia hablan otro idioma, tienen otra cultura y costumbres, la contención que puedan dar las instituciones religiosas será fundamental. Por eso el Gobierno las convoca.