Día del animal: Careta disfruta de su nueva vida, arisco y con unos kilos de más

Era una mañana gris y fría. Las nubes amenazantes asomaban detrás de las sierras. Pasando La Punta y camino a la Villa de la Quebrada se encuentra El Suyuque. Una gran tranquera con unos leones de yeso al costado de la ruta, dan la bienvenida a uno de los campos. Unos 500 metros adentro, hay un pequeño terreno dividido en el que había varios perros y también tres caballos. Entre ellos estaba Careta.  Cuando vio que algunas personas empezaron a acercarse, comenzó a alejarse lentamente. “No le tiene mucha confianza a la gente. Sufrió mucho”, dijo Claudia Moriello, la dueña del lugar y del recuperado caballo. Hace dos años el animal fue encontrado abandonado, desnutrido y con una pata trasera quebrada e infestada. La difusión de su caso en las redes sociales ayudó a rescatarlo y hoy está en su peso ideal y sin ningún inconveniente para desplazarse.

“Estamos en Los Molles,  en un mini refugio en donde también tengo once perros. Vengo todos los días a darle comida, agua y limpiar el terreno. Tengo tres caballos: Pichón, Princesa y mi gran orgullo, Careta”, expresó Moriello, quien mantiene a todos sus animales solamente con la ayuda de su marido. Confesó que no es fácil porque el alimento es costoso pero aseguró que vale la pena. En unos meses, se mudará a un terreno más amplio para que sus mascotas tengan más espacio.

“Mi sueño era tener un caballo. A Princesa la compré para regalársela a mi hija para uno de sus cumpleaños y Pichón era de unos amigos. Pero Careta es especial. Cuando vi sus fotos en Facebook, no pude ir a ayudarlo. Cuando me enteré que lo traían acá, supe que era el destino. Tenía que estar conmigo”, recordó Moriello.

Careta era un caballo de doma y lo encontraron en total estado de abandono en un predio. Pesaba menos de 300 kilos y una grave herida de su pata trasera le impedía caminar. Sin atención de un veterinario, sus días estaban contados.

Casi dos años pasaron desde que fue adoptado. Con más de 400 kilos, aún hoy conserva el carácter arisco, típico de un animal criado para competir. Todavía se aleja cuando alguien nuevo se acerca y sólo puede tocarlo su dueña, cuando le da de comer. El resto del tiempo mantiene una distancia.

“Cuando lo quiero tocar, el cuero le tiembla y al principio le costó adaptarse porque estaba acostumbrado a estar solo. Hoy le vienen a cambiar la herradura. Para eso, le tengo que poner el bozal, la correa y vendarle los ojos”, explicó la proteccionista.

 Eduardo Garay, el proteccionista que lo rescató, no podía creer lo sano que se veía el caballo. “Estoy sorprendido porque tengo la imagen de él y era un esqueleto. No se podía mover y estaba entregado. El primer mes lo curábamos con mi mamá y mi hija.  Y ahora, no me puedo acercar porque recuperó su personalidad”, comentó.

El salvador de Careta logró que el dueño le entregara la documentación del caballo y fue adoptado por Moriello.

Pero la historia de Careta no terminó ahí. Patricio Temperley, fotógrafo profesional, también quiso aportar su granito de arena y filmó un documental para que el relato trascendiera las fronteras.

 “Un día, se me escaparon mis dos ovejeros alemanes y gracias a la ayuda de Eduardo los pude encontrar. Así que en agradecimiento le ofrecí filmar un video que mostrara lo que él hacía. Al principio no sabíamos de qué iba a hacer y justo en esa época estaba a full con los cuidados de Careta. Así que decidimos que él sería el protagonista”, recordó y agregó: “Hasta de Bélgica me escribieron para decirme que les encantó y que los había emocionado”, expresó el fotógrafo.

El 6 de abril de abril de 2015, alguien vio a Careta solo, atado y con un estado de salud crítico cerca del autódromo Rosendo Hernández.  Le sacó fotos al animal que estaba piel y hueso y con una pata trasera quebrada e infestada, le avisó a Garay y comenzó una campaña por las redes sociales para salvarlo. Al no poder hacer la denuncia en la Policía, porque no sabía el nombre del dueño, comenzó a curarlo a puro pulmón junto a la ayuda de su familia y un veterinario.