“Horizonte”, un instituto que se transformó en escuela generativa

Clases compartidas entre profesores, alumnos que participan y toman apuntes, conocimientos y explicaciones entretenidas, paseos escolares, herramientas tecnológicas y exámenes con carpeta abierta son algunas características de la dinámica y nueva propuesta educativa de la Escuela "Horizonte", que se trasladó hasta El Volcán donde además de aire fresco y sin contaminar, se respira buena onda, entusiasmo y ganas de aprender. Actualmente, la matrícula es de 120 alumnos y según la directora general, María Paz Ruggeri, hay más de cincuenta chicos en lista de espera que desean ingresar.

“Reconvertimos el instituto Horizonte en una escuela generativa porque estamos convencidos de que éste es el camino para lograr una mayor calidad educativa. Trabajamos sobre un proyecto que está en permanente construcción, fortaleciendo metodologías que nos permiten obtener mejores resultados”, especificó la directora, y agregó que es pública, gratuita y que reciben alumnos que tengan desde los 8 años en adelante.

Para poder ofrecer todos los niveles educativos, “mantuvimos  el 1°, 2° y 3° grado, con el sistema tradicional, incorporando la innovación. Para el año que viene tenemos previsto abrir Nivel Inicial, ya que la demanda incrementó. Queremos alcanzar el desafío que nos propuso el gobernador, Alberto Rodríguez Saá, que fue que los chicos quieran volver a la escuela y lo estamos logrando”, afirmó.
 

Ruggeri contó que la educación se basa en la libertad de los alumnos, “aquí se respeta el tiempo y las habilidades de cada uno, trabajamos con las inteligencias múltiples y con el proyecto transversal de cambio climático que  involucra una huerta escolar, un vivero, la construcción de sistemas de energías renovables y una radio escolar” y añadió que otro punto fuerte son las salidas educativas, “que nos dan muy buenos resultados”.

Cambios para los profesores
“Hace varios años que trabajamos con el modelo tradicional, desde hace dos comenzamos a modificarlo y a trabajar por proyectos. Hicimos un gran cambio anticipándonos, escapamos a eso de trabajar en el banco, con papel y lápiz; salimos a la comunidad, a aprender a partir del hacer. Fue un cambio grande para todos. Elaboramos las planificaciones con los mismos contenidos, de hecho agregamos nuevos y ahora son más entretenidas”, contó el profesor de Física, Matemática e Higiene y Seguridad, Julio Oliva. 

Su colega Fernando Moschela, que dicta Biología y Contaminación, coincidió en que: “La escuela funciona desde hace 28 años y a la directora anterior, Marta Moschela,  siempre le gustó innovar. El cambio es más difícil quizás para los docentes, los chicos tienen más plasticidad. La escuela les enseña a interpretar la vida. Los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) siguen intactos, pero los abordamos de otra manera. Vemos la biología, la química, la física y la lengua de manera integradora. Además estamos abocados al medio ambiente. Han cambiado los espacios en el aula, los chicos encuentran la libertad en otros aspectos”, aseveró y agregó que hay que quitarse los prejuicios, “los chicos trabajan más que antes. Están súper enganchados y piden mucho más, eso también nos motiva y se convierte en un desafío, es ayudarlos a pensar, a que sean críticos”.

Oliva añadió que cuando arma los contenidos además integrar otras materias, “por que hay conceptos de geografía e historia que tienen que ver con lo que yo doy. En el mundo en el que vivimos está todo relacionado. El teléfono y la tablet no son obstáculos, son herramientas. Nunca me sirvió dictarles durante toda la hora para tenerlos callados, a ellos tampoco.  Vamos juntos hablando de los temas mientras tomamos mate o café, es ameno el clima”, concluyó.