Quejas de comerciantes y vecinos de la avenida Illia por los ruidos y las peleas

La convivencia y el buen descanso es uno de los principales anhelos de los vecinos y comerciantes de un sector de la avenida Illia, donde aseguran que los disturbios abundan los fines de semana en el horario de funcionamiento de los bares y boliches bailables. Las quejas de los damnificados apuntan principalmente a los ruidos molestos y a la peleas frecuentes que protagonizan sobre todo adolescentes.

Guillermo Aguado, uno de los residentes de la zona donde ocurre el conflicto, dijo que los locales exceden ampliamente los decibeles permitidos por las ordenanzas vigentes, al punto que les es imposible dormir durante las noches. El vecino grabó un video y lo subió a las redes sociales, donde evidencia que la música se escucha a un volumen alto.

"Es todos los fines de semana: viernes y sábados, pero ahora en verano también los domingos. Cuando llega fin de año también pasa los días hábiles por las fiestas de los chicos del secundario. Hay problema con la música y es común que a la salida haya peleas, gritos y ruidos de autos", sostuvo Aguado, quien afirmó que el problema es con un boliche en particular, que está ubicado en la esquina de Illia y la calle Falucho.

Lindero a ese local, funciona un hotel en el que sus encargados confirmaron que son habituales las quejas de los huéspedes que llegan desde otras ciudades del país para vacacionar en la capital puntana.

"La música se escucha muy fuerte porque funcionan con los patios abiertos. Estamos ubicados sobre dos boliches, así que somos los que más sufrimos este problema. Además del ruido, también son frecuentes las peleas entre los chicos en nuestra entrada, nos hacen quedar mal con nuestros clientes", afirmó uno de los recepcionistas, Joel Lucero, quien agregó que fueron varios los visitantes que pidieron el cambio de habitación por el fuerte alboroto que gana protagonismo los fines de semana en la avenida nocturna de mayor convocatoria en la ciudad.

Otro de los vecinos, Federico Estrada, quien vive hace 17 años en las inmediaciones de la Illia, dijo que los ruidos molestos y las peleas entre jóvenes son moneda corriente, inclusive aseguró que hasta llegó a escuchar estampidos de armas de fuego.

"El sonido de la música es insoportable, realmente no te dejan dormir. Mi casa está por Lavalle, cerca de un bar (ubicado en la esquina de Illia y Constitución) y cuando me voy a acostar, me pongo los tapones que uso cuando voy al autódromo a ver las carreras", indicó Estrada, quien agregó que en las casi dos décadas que reside en la zona, nunca vio que las autoridades realizaran un control de alcoholemia.

Pero el ruido y las peleas no son los únicos inconvenientes de ese sector, sino que los desmanes y el vandalismo cobran protagonismo en las noches de fiesta puntanas. Un ejemplo de ello es un pelotero que funciona sobre Falucho, entre Illia y la calle Pedernera, al que hace poco más de una semana le rompieron de un ladrillazo la puerta de vidrio principal y robaron equipos electrónicos que utilizan para animar las fiestas de cumpleaños que se realizan en el salón.

"Destrozaron el vidrio e ingresaron para robar. Se llevaron algunos aparatos y la policía le avisó a los dueños. Siempre terminamos como mucho a la medianoche con las fiestas infantiles y los problemas en esta cuadra siempre son de las 5 a las 7 de la mañana", dijo Agustina Romero, una de las encargadas del pelotero damnificado.

El presidente de la Cámara de Boliches y Bares de San Luis, Diego Astudillo, reconoció que los locales nocturnos no respetan la normativa municipal (Ordenanza Nº 2.881), pero sostuvo los automovilistas con escapes libres  tampoco acatan la legislación.

"Vimos el video que subieron a Facebook y es un tema complicado la música durante el verano porque por el calor hay que abrir la puertas, algo que lamentablemente afecta a los vecinos. La reglamentación también es para las motos que molestan mucho pero no se cumple, es infernal el ruido que hacen sobre todo durante la noche", indicó Astudillo, quien señaló que en el caso particular de los hoteles y el problema de los huéspedes, es porque los propietarios de los hospedajes no realizan las inversiones necesarias para funcionar en una zona de actividad nocturna.

"En Buenos Aires, en plena avenida 9 de Julio hay un hotel que de muchos años, tiene doble vidrio porque si no sería imposible dormir. Entonces es necesario que ellos también acondicionen las habitaciones para que los visitantes puedan descansar bien a tres cuadras del centro de la capital, es algo que la Cámara de Hoteleros debería recomendar porque es una vergüenza que en San Luis estemos con inversiones de hace treinta años", agregó el representante de los bolicheros.