Fabrica bicis de madera y sueña con verlas en toda la provincia

El hobby de reciclar, construir y crear lo tuvo siempre. Ceferino Alberto Barroso confiesa que desde su adolescencia lleva en la sangre la artesanía. Además de su trabajo particular (hace 19 años que lo hace en una empresa de logística), se dedica a pasar muchas horas en su pequeño taller que tiene en el fondo de su casa del barrio Altos del Oeste y a recorrer las ferias locales mostrando los productos que realiza con mucha pasión. Luego de construir la quinta bicicleta de madera, que la describe como su "obra mágica", redobla la apuesta: sueña con que ese rodado liviano, rústico, con un andar particular, salga al mercado y pase a ser un símbolo provincial.

La locura de crear su propia bici comenzó por el año 2013. Fue cuando su hijo mayor, que en ese momento tenía 13 años, vio una imagen en internet y le preguntó por qué no la construía. La lámpara se encendió, entre los dos salieron a juntar maderas por todos lados y dos meses más tarde Ceferino ya pedaleaba hasta su trabajo en su obra de arte hecha de roble, caldén y pino. A los pocos meses salió a la calle la segunda y despertó el deseo de que cada integrante de su familia, compuesta por su esposa y sus tres hijos, tenga su propia bicicleta.

“Mi anhelo es que la gente de San Luis ande en bicicletas de madera. Presenté mi proyecto a Emprendedores en Red, con la visión de reunir el cuidado del medio ambiente, la salud y el trabajo”, expresó el creador, quien propone seguir la mística del material reciclable. Y destacó que la construcción de los rodados generaría también puestos de trabajo ya que  se requiere de trabajos de tornería, soldadura, lijado, pintado y sobre todo, carpintería. “La idea también es incluir la fabricación en las escuelas de oficios”, añadió “Magoo”, como lo conocen sus amigos cercanos.

Ceferino cree que la manera más directa y eficaz de que San Luis sea reconocido por tener este tipo de rodados es que estén en todos los lugares turísticos y hoteles. “Me gustaría que haya dos o tres por cada zona, así la gente que viene de afuera, incluso los mismos puntanos, tienen la oportunidad de experimentar el andar y la comodidad de estas bicicletas”, sugirió Ceferino, mientras se tomaba su tiempo lustrando con cera cada uno de las bicis, y agregó: “Me imagino a un turista hablando de nuestra provincia y que, entre todas las cosas maravillosas que tenemos, también mencionen a esta obra de arte funcional”.

El ingenioso artesano contó que todos los fines de semana sale a pedalear junto con su familia y se roba todas las miradas. "La gente se nos acerca y nos pide sacarse una foto o dar una vueltita, es una locura y eso a mí me genera mucha satisfacción", afirmó Barroso.

El hombre aseguró que cuenta con una copia del proyecto, donde especifica los detalles de mano de obra, costo y calidad de los materiales y el tiempo de demora de la fabricación de las bicicletas. "Me gustaría que el Programa  Cultura o Turismo de la Provincia me ayude a concretar este sueño", confesó.