La visita a la provincia de Tamar Hahn y Natalia Montagna, representantes del Centro de Información de la ONU para Argentina y Uruguay, tuvo un momento especial, que fue el almuerzo en el SUM de la ULP, a metros de las residencias donde viven los 38 refugiados, que eligieron San Luis para una mejor vida. La premisa del agasajo era probar las comidas típicas que habían hecho los sirios.
En la gran mesa de mantel negro ubicada en el centro del salón, estaban las típicas empanadas árabes, presas de pollo fritas, salsas, y la "mortadela siria", aclamada minutos antes por Lana, la primera refugiada en llegar junto con su esposo, Majb. Todo bien espaciado, como caracteriza a la gastronomía de la región de Medio Oriente.
Sin embargo, en la cocina alistaban los platos que llamarían la atención. Sandwiches de miga de jamón y queso, dispuestos escalonadamente, empezaron a llegar a las mesas, comprados en una conocida panadería. O alguna familia siria no hizo los deberes, o el hambre de los comensales era tal, que necesitaron refuerzos de urgencia.
Más Noticias