Se negó a declarar el hombre detenido por golpear a una mujer

Enrique José Dethier, el albañil detenido por darle una paliza a una vecina de Concarán, porque se negó a tener sexo con él, según la denuncia de la víctima, prefirió no usar ayer el derecho de declarar para defenderse de la acusación. No contrató un abogado y el tribunal tuvo que proveerle una defensora oficial, que pidió una prórroga de ocho días para buscar pruebas. En ese lapso, el imputado seguirá detenido en la alcaidía de la Unidad Regional III de Policía, en Concarán.

Dethier, nacido hace 54 años en Rosario, Santa Fe, fue imputado por tres delitos: violación de domicilio, daños y lesiones agravadas por mediar violencia de género.

De acuerdo con la acusación que hizo su vecina, María Andrea De Luca, de 45 años, la madrugada del domingo 3, Dethier se metió por la fuerza en su casa, aprovechando que ella había abierto la puerta para sacar unos objetos que ella había limpiado, una vez que había terminado de hacer los dulces caseros que vende en el pueblo.

Andrea sostuvo en su denuncia –también lo afirmó en una entrevista que le concedió a El Diario– que nunca tuvo una relación con Dethier, a quien apodan “El Loco”, y que solo lo ubica por ser vecino del pueblo.

Pese a ello, dijo, el hombre la acosa desde hace casi dos años. La madrugada del último domingo andaba con una botella de vodka en la mano y Andrea, que soportó a ojos cerrados los golpes que él le dio, cree que incluso le pegó con el envase de vidrio.

Dethier, que vive en la calle Ciudad del Rosario, del barrio El Porvenir, detrás del cuartel de bomberos voluntarios, fue detenido el jueves a la siesta, por orden de la jueza Penal de Concarán, Patricia Besso. Ayer, en la audiencia, lo asistió la defensora oficial Monserrath Bocca.

La funcionaria judicial pidió que prorrogaran la detención del imputado para contar con un plazo que le permita recabar distintas pruebas, en especial el informe de la pericia psicológica y psiquiátrica ya ordenada por la jueza.

También pidió, durante la audiencia, que la Justicia arbitrara los medios para que Dethier reciba la medicación que ya tiene recetada, Clonazepam 2 miligramos, un ansiolítico. El fármaco “es necesario para que Dethier pueda dormir y controlar su ansiedad”, justificó la defensora.

La jueza Besso le envió un oficio al hospital de Concarán, solicitando que le entregue a la Policía la provisión de Clonazepam necesaria para el detenido, que pasará diez días alojado en una celda de la Unidad Regional III.

También dispuso la magistrado que la secretaría de su juzgado verificara si en el libro de procesados y en el Iurix, el sistema informático del Poder Judicial, había constancias de algún antecedente que Dethier pudiera tener. La funcionaria revisó y le respondió que el ahora imputado no figura en otras causas anteriores.

Cuando, en la audiencia de indagatoria, le preguntaron a Dethier si antes había sido procesado alguna vez, contestó que no.