Gabriel "Chicho" Cipriani: a la eterna canción

Golpeando  los pupitres de la Escuela Normal Mixta, haciendo ritmos o en creación de algún sonido combinado,  Jesús Gabriel “Chicho” Cipriani desarrolló sus primeros pasos en la música. El ADN fue un inevitable camino hacia la música, un sendero que había iniciado su padre, Pedro Cipriani, uno de los clarinetistas y saxofonistas más prestigiosos de la provincia. El mismo camino que “Chicho” tomaron dos de sus hermanos, pero ellos fueron un poco más obedientes y siguieron en los vientos, con una trompeta y una flauta.

La formación formal de “Chicho” comenzó a los 5 años en la Academia Palacio, donde tuvo su primer encuentro con el piano, el instrumento que toca hasta la actualidad. Tiempo después comenzó a estudiar flauta dulce en su colegio y rápidamente integró el grupo instrumental del coro “Augusto Muller”. Por esos años el coro era integrado por el tenor Daniel Fernández y otros grandes cantantes que marcaron una época de ese conjunto.

Cipriani era el encargado de la flauta dulce bajo, un instrumento poco convencional por esos años que le daba un sonido especial a la agrupación.

“Paralelamente a mi vida musical tenía el problema de que también jugaba al fútbol, en ese entonces estaba más agarrado de los pelos porque para entrenar tenía que ir muy lejos. La decisión fue seguir con la música”, destacó Gabriel.

“Chicho” comenzó la secundaría en el colegio "Santo Tomás de Aquino", donde se gestó una de las primeras bandas de rock nacional: el grupo "Ciudad". El grupo estaba integrado por cuatro jóvenes que protagonizaban una onda progresiva, comenzaron tocando en el colegio y poco a poco abrieron rumbo en distintos escenarios hasta que recibieron el rótulo de pioneros.

La primera formación estaba integrada por Eduardo Mazzola, Víctor García Garro, Carlos Bustos y Cipriani. Tiempo después, "Ciudad" comenzó a tener distintas bajas y altas, aunque con García Garro y Cipriani siempre presentes. El histórico grupo tuvo un reencuentro en 2014 con la formación inicial. Hicieron algunos toques e interpretaron canciones del viejo repertorio y unas nuevas interpretaciones. La historia se repitió hasta una nueva pausa actual, sin definiciones.

“Haber quedado en la historia de San Luis por el rock me enorgullece. El grupo 'Ciudad' me marcó para siempre”, destacó Gabriel, quien nunca dejó de tocar en diversas formaciones y dividió su talento entre teclado y la batería, un instrumento donde, cree, deja más al descubierto sus habilidades.

Luego de “Ciudad”, Cipriani integró “Cuatro en Banda” junto a Marcela Calderoni, “Noli” y “Pato” Caruso. En esta formación interpretaban covers y música versionada. Después llegó “La Ventana” una banda de rock sinfónico que fusionaba música latinoamericana. Luego pasaron otros grupos en los que el músicos tuvo diversas e incontables participaciones.

Actualmente Gabriel trabaja en su nuevo proyecto musical “Ciudad de ángeles”, mientras que prepara cantantes en diversos cursos. “Mi preparación no tiene que ver con la técnica, sino con una cuestión musical y emocional, con ensayos y desbloqueo”, sintetizó.

El músico detalló que para la batería prefiere más el rock o el jazz y, en cambio, para el teclado se define como un enamorado de la balada. "Chicho" vive junto a la música desde la primera infancia y la define como una herramienta que usa para transmitirse, a su manera y con sus limitaciones.