Lina, Sentia y Nataly empezaron a estudiar en la escuela “Corazón Victoria”. Cuatro jornadas después de llegar a la provincia desde Siria, 130 alumnos las recibieron con amor y alegría.
Cuatro días después de arribar a San Luis, este miércoles llegó la hora de cargar la mochila y empezar a estudiar. Lina, Sentia y Nataly, las nenas refugiadas sirias que buscarán rehacer sus vidas junto a sus padres en la Provincia, empezaron las clases en la escuela generativa “Corazón Victoria”.
Unos minutos después de las 9:30 entraron al edificio junto a Amani y Hussam, Silva y Jan, papás y mamás ansiosos, alegres y expectantes ante el estreno escolar de las niñas.
Los 130 alumnos de la primera escuela generativa puntana hicieron una doble hilera para darles la bienvenida a las estudiantes que tienen entre 10 y 12 años. Con papeles, globos, porras y carteles que auguraban por “paz”, “amor” y “amistad” intentaron hacerlas entrar en confianza.
El profesor de educación física organizó un juego entre todos para que empezaran a conocerse. Más tarde, las nuevas alumnas compartieron un refrigerio con sus compañeros.
Mikl y Joseph, dos chicos de 11 y 9 años que también vinieron de Siria y ya hablan muy bien español, se comprometieron a ayudar a Lina, Sentia y Nataly a hacer las tareas. También con el idioma.
Todo suma para darles una mano a las nenas que hoy se cargaron la mochila y volvieron a clases.
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