Esperan que el ADN permita ubicar al homicida de Félix Dip
Los peritos han tomado alrededor de 60 muestras que deben cotejar. La víctima conocía a su atacante.
El juez Penal 1, Sebastián Cadelago Filippi, alberga la esperanza de que a través de los exámenes para cotejar ADN pueda obtener algún indicio fuerte de quién mató al peluquero Félix Alberto Dip hace casi medio año, en su local del centro de San Luis. Esa prueba, según le dijo a El Diario, ya está en curso, pero llevará un tiempo tener los resultados, ya que el proceso implica varios pasos.
Dip, de 47 años, fue hallado boca abajo, maniatado y estrangulado con el mismo cable, según detallaron en su oportunidad fuentes de la causa. Ese cable manipulado por el homicida es, por ejemplo, uno de los elementos del que tomarán muestras para buscar material genético. Es de esperar que en él hallen el perfil del estilista, pero el quid de la cuestión es ver el otro –o los otros– que aparecen.
“Se ha trabajado mucho. Tenemos algo así como 60 muestras –calculó el juez–, tomadas a la víctima, a su automóvil y del lugar del hecho, a cables, vasos, a alguna superficie. De esa totalidad, en un trabajo conjunto entre el Departamento de Medicina Forense, el personal del Laboratorio de Química Legal y con participación de la división Homicidios y mía, descartamos algunas muestras, no muchas, y el resto es lo que mandamos a analizar”. Es, según contó, el muestrario más grande que han enviado a examinar desde que él está en el juzgado.
Por filmaciones obtenidas de cámaras de seguridad privadas saben que la última persona que estuvo con Félix es un joven, con quien entró a su comercio. Sería el asesino. Después, el visitante salió solo, cargando unas bolsas. “Sabemos que tenemos que hallar un ADN masculino que no sea el del propio Dip. Y, a partir de ahí, empezaremos a cotejar con muestras de personas que puedan ser sospechosas, o que tenían cierto vínculo con él, pero que no eran de su grupo vincular más permanente, y obviamente con gente que estuvo. Sabemos que estuvo con conocidos, y tenemos que empezar a descartar. Entonces, probablemente, haremos muchos cotejos”, indicó.
La madrugada del domingo 4 de febrero, Félix salió con amigos a la disco “La Bohemia”. Después, junto a estos allegados, fue a su peluquería, ubicada en 9 de Julio casi Chacabuco, para hacer un “after”. Luego la gente se fue e inclusive el propio Dip se retiró con uno de los amigos en su auto, un Volkswagen Fox blanco.
Pasaron por un negocio, compró una cerveza, y dejó a su conocido en su casa. Pero, por alguna razón, volvió al local. Lo hizo acompañado de este otro joven, que no era parte del grupo que había estado con él en las horas previas.
A través del análisis del celular de la víctima, saben que, antes a regresar al local, no se contactó con nadie en particular para reunirse, ya que no ha quedado registro de ninguna llamada o mensaje que dé cuenta de ello.
Es decir, la suposición es que, tras dejar a su amigo en su domicilio, se encontró con este joven posiblemente de modo casual. Los investigadores consideran muy probable que ya se conocieran, que ésa no era la primera vez que se veían.
Tras dejar a su amigo y antes de ir al local de nuevo, Dip hizo un recorrido que incluyó las avenida Lafinur y actual Juan Gilberto Funes (ex Julio A. Roca) y la calle Mitre. Estiman que en ese trayecto se encontró con el joven.
En los videos de las cámaras de seguridad a las que accedieron los investigadores no se puede ver la figura completa del asesino, solo parte de su cuerpo y su vestimenta. Luce ropa casual, no muy arreglada. Pero sí pueden inferirse su contextura y su edad: es delgado; de 1,70, aproximadamente; y posiblemente tenga menos de 30 años.
El 28 de marzo, casi dos meses después del crimen, allanaron dos domicilios, el de un conocido de Dip y el de la familia paterna de esa persona. Secuestraron teléfonos y prendas, para establecer si tienen alguna vinculación o contienen información relacionada con el asesinato. La remera, que estaba quemada, guarda alguna coincidencia, en cuanto al color, con aquella que vestía el joven que entró con el peluquero al comercio. De los teléfonos no pudieron obtener nada de interés, ya que son muy viejos, dijo el juez.
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