Alerta en dos barrios por una invasión de alacranes y ratas

A la invasión de ratas y cucarachas que hay en el barrio Santa Rita, se sumó la presencia de alacranes en el Hipólito Yrigoyen, dos vecindarios contiguos  ubicados en la ciudad de Villa Mercedes. La aparición de esta última especie puso en alerta a los vecinos. Dicen que esto refleja la falta de limpieza de los espacios públicos que rodean los monoblocks y también el insuficiente mantenimiento de los terrenos baldíos de la zona. Como alternativa, los habitantes apostaron en la ampliación y mantenimiento de los contenedores de basura que abastecen al barrio. El Municipio les prometió sumar más canastos para que los residuos no terminen desparramados, aunque aclaró que la limpieza de los sectores públicos está a cargo de los mismos propietarios de los edificios.

“Hace un mes que estoy matando alacranes dentro de mi casa y en el patio. A uno recién lo vi en el comedor, tomé coraje y lo pude atrapar. Con esta muestra voy a ir a la Municipalidad para que vean que los llamados que vengo haciendo no son para molestar, sino para pedir ayuda antes de que este problema termine siendo peor”, manifestó Soledad Jorqui, del barrio Hipólito Yrigoyen.

La mujer aseguró que la manzana está rodeada de terrenos baldíos y que el olor de la basura surge de los containers del barrio aledaño, que está a pocos metros. “La vez que vinieron a ver nos dijeron que los terrenos tenían dueño y que no podían hacer nada. Necesitamos que fumiguen, o que corten un poco los yuyos”, solicitó.

Blanca Macaya, otra propietaria que mantiene una lucha con los alacranes, contó que probó ahuyentarlos con diferentes productos químicos. Sin embargo, no tuvo buenos resultados. “Trato de que el piso esté siempre seco. Acomodé las cosas del patio, pero teniendo los espacios abandonados cerca no vamos a mejorar nunca. La mujer de al lado encontró una víbora y su marido la mató. Pero imaginate si llega a haber un niño jugando lo que podría llegar a pasar”, lamentó.

En el barrio Santa Rita el problema es más complejo. Los vecinos cuentan que hay algunos espacios públicos que fueron ocupados por personas que habitan en la planta baja para utilizarlos como patio o para guardar sus vehículos. Dicen que en muchos casos no cumplen con la limpieza. “El amontonamiento de maderas, chapas y otros elementos, más la basura y los pastos largos son los que favorecen la aparición de cucarachas, también terminan siendo cuevas de ratas”, expresó Mónica Bengolea, quien vive hace casi treinta años en el lugar.

Para los vecinos, la manera de combatir a las plagas es que los propietarios sean más conscientes de la limpieza. “Tuve que traer una gata para frenar a las ratas que caminaban por los techos. Ya fumigué dos veces mi departamento, pero la gente de la empresa me dijo que si abajo hay mucha mugre las cucarachas van a seguir apareciendo”, explicó Patricia Olguín, quien vive en los departamentos de arriba. La señora manifestó que “más no pueden hacer”, ya que lo espacios están cerrados y ocupados con pertenencias de los vecinos. “Corresponde que tengan un poco de respeto por los demás y se preocupen por cuidar esos puntos que, en teoría, son públicos y también nos corresponden”, señaló.

El subsecretario de Servicios Públicos, Javier Darnay, comentó que está al tanto del problema que tienen los vecinos del Santa Rita, y aseguró que van a poner en condiciones los contenedores y reforzar los de los espacios que se terminan desbordando. “En el área realizamos la construcción y el mantenimiento de esos cestos, así que los que estaban rotos los trajimos para arreglar, a su vez colocamos dos nuevos para mejorar la calidad en esos espacios”, explicó.

El responsable adelantó que en estos días van a ubicar el resto de los canastos que están arreglando, además aclaró que los propios vecinos son los responsables los lugares públicos que tienen problemas con la limpieza. “Esos monoblocks no tienen un consorcio administrativo y eso genera un cierto inconveniente a la hora de mantener los lugares limpios, al igual que los pasillos y las escaleras. Mientras tanto se tienen que poner de acuerdo entre ellos para cuidarlos y mantenerlos prolijos”, remarcó.