Jóvenes alcoholizados atacan a otros a la salida de un bar

La pretensión de un adolescente de que una chica se subiera por la fuerza a su auto, en la puerta de un bar del centro de San Luis, desató una agresión que se extendió hasta el barrio Procrear, ubicado al oeste de la avenida Lafinur, donde viven algunos de los protagonistas. Allí, entre tres jóvenes golpearon a otro, en tanto un amigo de la víctima logró ponerse a salvo.

Tras insistentes llamados al 911, “la Policía llegó al barrio cuarenta minutos después” y detuvo a dos de los agresores, contó Eliana, madre de uno de los jóvenes atacados, a El Diario.

Los dos jóvenes que fueron demorados tienen 17 años y estaban muy alcoholizados, informó el jefe de la Unidad Regional I de la Policía, comisario general Darío Sosa.

La madre de uno de ellos, que vive en el Procrear, terminó afrontando una multa que le hicieron los inspectores de Tránsito municipal, porque su hijo conducía sin licencia y en estado de ebriedad, señaló el comisario.

Todo empezó cuando un grupo de jóvenes salía del bar “Española Way”, de Pedernera y Caseros, cerca de las siete de la mañana. Allí “los jueves hacen una movida de las promociones”, contó Eliana. Su hijo de 18 años, un amigo de 19 y unas amigas habían estado allí.

Por ahí pasó el chico de 17 años que también vive en el Procrear, con unos amigos, “aunque parece que no habían estado adentro, porque andaban vestidos con ropa deportiva, con jogging y zapatillas”, señaló.

El adolescente andaba en el Fiat Mobi blanco de su madre. Ella “tiene una casa en Potrero de los Funes y se había ido para allá. Había dejado al adolescente a cargo del cuidado de su hermanito de 5 años”, indicó el jefe de la Regional I de Policía.

El conductor paró y con sus amigos “empezaron a decirles cosas a las chicas para que se subieran al auto. Y en un momento agarraron a  una y la quisieron subir de prepo”, relató Eliana. “Entonces mi hijo lo que hizo fue pegarle, le dice que no, se lo saca de encima. Y como no pudieron llevarla a la chica, desde el auto le tiraron una botella de vidrio y le pegaron en un pie, la lastimaron”, aseguró.

“Mi hijo corre hasta el barrio y el amigo queda atrás –agregó–. Mi hijo logró entrar al edificio y lo persiguen, ahí es cuando yo los veo por la ventana de mi departamento, estaban como alterados, el dueño del auto quería entrar por las rejas”.

Cuando vio que no podían alcanzar a su hijo, el adolescente volvió al auto y “los vecinos empezaron a llamar a la Policía”.

“En eso (los agresores) ven que llega el amigo de mi hijo, que había quedado más atrás, y van y lo buscan a él y le empiezan a pegar, agarran piedras, y nosotros empezamos a gritar para que lo soltaran, les decíamos que habíamos llamado a la Policía, entonces lo soltaron”, dijo Eliana.

Querían seguir pegando

El joven corrió y se puso a resguardo dentro del edificio. “Mientras tanto, seguíamos llamando a la Policía, los llamamos nueve veces, la primera vez a las siete y veinte, y recién a las ocho vino un patrullero porque yo salí en mi propio auto a buscarlo”, afirmó la madre de uno los jóvenes agredidos.

Eliana narró que “a todo esto, los chicos del auto seguían dando vueltas, amenazando, pasando por el frente, por el costado, con toda impunidad, porque este chico está acostumbrado, ya ha reaccionado mal con otros vecinos. El que lo acompañaba estaba nervioso, pero él no, estaba como si nada, porque está acostumbrado”.

El jefe de la Unidad Regional dijo que la brigada de motopatrullas DRIM intervino “a raíz del llamado de una vecina que avisaba que había una persona golpeada en el barrio Procrear y solicitaba personal policial”.

“Llegaron dos motoristas del Drim y se entrevistaron con la chica agredida y un joven. Ella manifestó que habían pasado en un auto, le habían tirado una botella y le habían pegado en un pie”, dijo el comisario general Sosa.

La joven explicó que los del auto “todavía andaban por la zona, que el conductor es del barrio, y dio las características del vehículo”, así que los efectivos salieron a patrullar para ubicarlos.

Cuando los efectivos del DRIM se acercaron “y le dieron la voz de alerta para que se detuviera, el conductor amagó con fugarse, pero lo detuvieron en Junín y Europa”, dijo Sosa.

Al identificar a los dos ocupantes comprobaron que ambos tienen 17 años y “estaban alcoholizados, tenían más de un gramo de alcohol por litro de sangre”.

El que manejaba es vecino de la manzana 118 del Procrear.