Por el impuesto del 30% y el coronavirus, cayeron las compras online al exterior

El consumo de productos importados a través de tiendas virtuales extranjeras experimentó un fuerte descenso en la capital puntana en los últimos meses. Los datos aportados por el área de Envíos Internacionales de la sede local del Correo Argentino reflejan que el impuesto PAIS, del 30 por ciento a la importación y el pánico que desató a nivel global el coronavirus han provocado un colapso de las compras online realizadas en páginas web localizadas en el exterior. En el caso puntual de San Luis, estas se realizan mayoritariamente en plataformas chinas.

Según informaron en la empresa encargada de entregar los paquetes, hasta agosto distribuían hasta 12 mil pedidos mensuales solo en la ciudad, de los cuales, el 99 por ciento provenía de China y de países distribuidores de los artículos de esa potencia asiática. En la actualidad, esa cifra descendió drásticamente a unos 1.500 paquetes por mes, lo que arroja una merma de casi el 90 por ciento. La mayoría de las operaciones se hace con AliExpress, Wish, Amazon, Alibaba y eBay.

La norma argentina vigente permite importar hasta doce productos diferentes por año, por un valor de hasta 900 dólares. El control es para evitar generar un lucro de los compradores mayoristas, con la reventa de lo que fue adquirido en el exterior.

La edad de oro de las compras por internet en el extranjero fue durante la primera mitad de la década pasada, cuando prácticamente no había restricciones para hacer pedidos y el dólar estaba más de un 500 por ciento más barato. A pesar de los vaivenes macroeconómicos, según datos de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), la facturación del sector durante 2018 creció un 47 por ciento, con ingresos por 229.760 millones de pesos. Además, para ese año, uno de cada diez adultos conectados cerró una operación, alcanzando un total de 18.300.000 consumidores.

Pero, en los productos provenientes del exterior, esos números comenzaron a sufrir una caída vertiginosa a partir de diciembre con la implementación del impuesto PAIS, que grava no solo los pasajes al exterior sino también las compras realizadas fuera de las fronteras argentinas. 

Por eso no sorprende que, además del descenso en la compra de productos importados a través de internet, el siguiente rubro más afectado por el impuesto haya sido el de los pasajes al exterior. Según un sondeo, la demanda en las agencias de turismo de la capital provincial bajó un 50 ciento durante el mes pasado.

¿Aún una buena opción?

Las compras virtuales al exterior ya están instaladas en la mayoría de los países de la región y de Occidente, y la provincia no es una excepción. Consultados por El Diario de la República, distintos "consumidores electrónicos" de productos importados se mostraron satisfechos con la experiencia de comprar a través de internet a países como China, Estados Unidos y Europa.

"Utilizo las plataformas cuando aparece algo que me interesa. Todos los años compro algo, quizás entre dos y seis pedidos al año, de acuerdo a lo que permita el bolsillo y las cosas que quiero. Siempre tuve una experiencia muy buena, jamás tuve problemas. Ahora estoy esperando un juego de mesa", dijo Ariel Cheves, un experimentado consumidor online, quien utiliza sobre todo las plataformas eBay y Amazon.

Asimismo, pese a la vigencia del impuesto PAIS, comentó que es más favorable seguir comprando afuera de Argentina porque es más barato; aunque reconoció que, sumado a la inflación, el recargo restringe la capacidad de compra.

"Por ejemplo, un juego de mesa con todos los impuestos y el envío te puede costar 8.500 pesos, mientras que acá ese mismo producto no lo conseguís y si hay uno similar te piden 11.000. Es mucha diferencia", indicó Cheves.

De manera similar, Germán Estévez también obtuvo un gran beneficio por comprar en el extranjero un libro que en el mercado interno era difícil de conseguir y, en caso de tener stock, le pedía el doble de dinero.

"Estaba buscando un ejemplar de la colección de Stephen King y en Argentina, con envío incluido, me pedían casi cinco mil pesos. Lo conseguí en España por la mitad de esa plata",  dijo el joven fanático de la literatura de terror.