La UNSL proyecta un trabajo integral de cannabis medicinal

La Universidad Nacional de San Luis (UNSL) creó un programa destinado a desarrollar herramientas e insumos en torno al cannabis medicinal. La casa de altos estudios está formando un concejo asesor que esté conformado por ingenieros, contadores, abogados, químicos, farmacéuticos y psicólogos para que el proyecto tenga un abordaje integral.

El objetivo general del Programa Cannabis UNSL es brindar soluciones que estén avaladas por la comunidad científica y académica. La UNSL planea desarrollar, junto con el Ministerio de Salud de la Nación, espacios de formación y capacitación sobre los beneficios terapéuticos que tiene la especie y estarían destinados a médicos, farmacéuticos y profesionales de la salud.

El secretario general de la universidad, Raúl Gil, explicó que a partir de la Ley Nacional N° 27.350 del uso medicinal e industrial de cannabis, se requiere formación académica que indique su uso, por lo que la universidad trabajará para crear productos derivados que tendrán las certificaciones de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y el Instituto Nacional de Semillas (Inase).

En beneficio de la salud, y de las economías regionales

A su vez, la institución educativa proyecta crear un esquema de cultivo, por lo que abarcaría todo el proceso de producción relacionado al cannabis medicinal.

Estos proyectos no solo beneficiarán a la medicina, sino también a las economías regionales. Además, planean estudiar otros derivados de la planta en su rol industrial, como los biocombustibles o la producción de telas y ropa.

El Programa Cannabis será coordinado por Francisco Cecati, quien tiene trayectoria en la investigación de la temática en el Instituto de Investigación en Tecnología Química (Intequi) y es profesor de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQBF).

Quieren trabajar sobre todo el proceso productivo del cannabis, incluso su cultivo. 

 

El año pasado la UNSL fue convocada por Laboratorios Puntanos para colaborar en la temática y trabajar a partir de la nueva legislación nacional.

En 2019 la universidad formó un equipo de investigación para comenzar a planificar los trabajos. Sin embargo, la llegada de la pandemia ralentizó el proyecto.

Esta semana las autoridades evaluaron a quienes podrían integrar el consejo asesor que tendrá una perspectiva integral e interdisciplinar, con profesionales de todas las ramas, incluso economistas de la Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales (FCEJS).

Gil adelantó que es posible que la semana que viene esté homologada la conformación del consejo. Además, buscan trabajar en conjunto con el gobierno provincial, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).