Negocios solidarios: ofrecen postres o café a cambio de ropa para donar

Al frío se lo combate con el calor de un espíritu solidario. Al menos así lo entienden algunos comerciantes de la ciudad, quienes con la llegada de la nieve y las bajas temperaturas decidieron armar colectas para colaborar con quienes menos tienen.

En Calle Angosta 14, frente al emblemático predio cultural, funciona un resto-bar que hace unos días le puso primera a una cruzada en las redes sociales. Los dueños y el personal del local decidieron armar un trueque para que los y las comensales que asistan, y quieran colaborar, se lleven un postre de regalo a cambio de ropa en buenas condiciones o alimentos no perecederos.

Emiliano Fernández, uno de los propietarios, contó que la nevada que sorprendió a los villamercedinos a mediados de la semana fue un disparador para aportar un granito de arena. "Fue algo muy lindo e inesperado, y a todos nos gustó, pero lo cierto es que hay gente que la está pasando mal. Entonces se nos ocurrió hacer la colecta que, además, es una forma de retribuir un poco lo que nos da la comunidad, especialmente en estos tiempos. Nosotros pudimos volver a abrir las puertas hace unos días y tuvimos muy buen recibimiento. Veníamos complicados", dijo.

El comerciante señaló que la propuesta también es válida para quienes solo quieran aportar algo, sin necesidad de asistir al lugar. Quienes quieran sumarse pueden acercarse hoy a partir de las 19 o comunicarse al teléfono al 2657 652566. "Afortunadamente ya nos escribió gente preguntándonos si podíamos ir a buscar cosas", comentó el dueño y añadió que consideran la posibilidad de continuar con la colecta unos días más. "Creemos que lo vamos a hacer la semana que viene para tratar de mantenerlo en la medida que sea posible. En cuanto a lo del postre, lo ofreceremos hasta que podamos".

A unos cuantos kilómetros de la Calle Angosta, en el corazón del barrio Libertad, Alejandra Arellano y su esposo Héctor Garnica retomaron con una iniciativa que hicieron el año pasado. Consiste en ofrecer un café o un mate cocido caliente a los transeúntes o a quienes estén en la calle. "Siempre buscamos ayudar a la gente. En el 2020, un año que fue muy raro para todos, decidimos brindar algo para pasar el frío. Vinieron muchísimas personas de distintos barrios, como el Eva Perón y el San Antonio. Ahora quisimos hacerlo de nuevo, más que nada por el contexto que vivimos", le contó la mujer a El Diario.

Las entregas las hacen de 9:30 a 23 en el almacén que alquilan desde hace siete años y que está ubicado sobre la calle Rafael Cortez 720. Además, reciben frazadas, indumentaria y estufas que requieran de pequeños arreglos. "Mi marido se encarga de arreglarlas y una vez que están listas, las donamos. Lo mismo con la ropa, si es necesario la cosemos. Él también me da una mano con eso", añadió.

Para el matrimonio, colaborar con los vecinos y las vecinas más vulnerables no es algo reciente. De hecho, han organizado ollas populares en el espacio verde que está cerca del kiosco que atienden. "Sabemos que hay muchas familias pasando por momentos difíciles y buscamos la manera de poder colaborar. Con un café caliente no hacemos la diferencia, pero a alguien le llega. Esta pandemia nos trató como a todos, con dificultades, pero tenemos fe de que todo va a mejorar, mientras haya salud podemos seguir", reflexionó la comerciante.