SAN LUIS - Lunes 20 de Mayo de 2024

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"Parecía el apocalipsis, era de noche y se iluminó todo como de día"

Nahuel vive atrás de la fábrica y se fue con su novia a lo de parientes, por temor a que avanzaran las llamas.

Por redacción
| 07 de septiembre de 2021
Resplandor. Eso y las explosiones, grabados en la memoria de los vecinos. Fotos: Marianela Sànchez.

Parecía la escena de una película con efectos especiales: explosiones, una columna de humo negro que copaba el aire y un resplandor naranja que se avivaba cada vez más. Parecía ficción, pero era real. “Fue de terror. Parecía el apocalipsis. Era de noche y se iluminó todo, como si fuera de día. Se sintió una ola de calor muy fuerte, sofocante. La gente corría. Los vidrios, las paredes de las casas temblaban”, recordó Matías Nahuel, vecino de Sinteplast, la fábrica de pintura en la que el domingo cerca de las 21 se produjo un voraz incendio, en el Parque Industrial Norte de la ciudad capital. Matías no pasó la noche en su casa: para preservar su vida y ante el temor de que el fuego o sus efectos llegaran a su domicilio, tomó lo esencial y se fue a lo de parientes. Ayer, con el olor de la combustión aún tiñendo el aire, regresó a su hogar.

 

El joven vive con su novia en la esquina de 25 de Mayo e Intendente Scarpatti, atrás de la planta. Recordó que escuchó dos explosiones. “La primera, para nosotros, fueron tambores de 200 litros. Agarró el depósito y eso tomó tambores, que hicieron crecer el fuego. Y en la segunda, la más grande, agarró directamente un tanque muy grande. Decidimos evacuar. Igualmente, mi novia no durmió en toda la noche. Se sintió y se vivió algo muy feo”, contó el muchacho, que hace cuatro meses que reside en la zona.

 

Roxana Colque es vecina de Matías y comerciante. Tiene un mercadito en la esquina de 25 de Mayo e Intendente Juan Picco, en el barrio Vial Provincial. Media cuadra y un descampado separan su casa y negocio de la manzana en la que está la fábrica de pintura. El incendio ha sido, para ella, un hecho  inédito en los 15 años que lleva en el barrio.

 

“Sentíamos ruidos, pero no sabíamos qué eran. Como mi vivienda está al lado del negocio, pensé que era mi hija escuchando música fuerte, porque se oía un sonido como cuando retumba un parlante. ‘¡Qué raro!’, decía yo. Salimos con mi marido y me dijo ‘parece que se quema una casa’. No sabíamos que era una fábrica y vimos a vecinos caminar en la esquina. Entramos, cerramos el negocio y se empezó a mover todo. Comenzamos a sentir más ruidos. Salimos a la vereda a mirar, la gente se empezó a amontonar y ahí fue cuando se escuchó una primera explosión y la gente comenzó a correr”, narró. La decisión de ella y su familia fue quedarse en su domicilio, a pesar de que había incertidumbre sobre las consecuencias y la magnitud del siniestro. “No pude dormir en toda la noche”, relató Roxana. “Fue primero una bola de fuego y después, una nube negra. Había animales en la calle, mucha gente grande como desorientada, otros que corrían. Lo vivimos con mucho miedo y nervios”, dijo la vecina, que expresó su agradecimiento a todos los bomberos.

 

Los daños han sido cuantiosos, mas no totales. “Acá hay varios millones de dólares invertidos —refirió Eduardo Mirengo, gerente de la planta—. Se hará la evaluación y se verá en qué tiempo podemos reconstruir”. Afortunadamente no hubo operarios afectados (ya que no trabajan los fines de semana), por lo que solo había empleados de seguridad, quienes tampoco sufrieron ninguna consecuencia en su salud. Los socorristas que actuaron también salieron ilesos.

 

Para Mirengo fue una noche eterna. Así y todo, a primera hora de la mañana ya estaba en la fábrica haciendo un recorrido junto a personal de la empresa, para ver, ya con luz diurna, el saldo del incendio. Él tiene una hipótesis de cómo comenzó el siniestro, y ahora bomberos de la Policía, a cargo de la pericia oficial, intentarán corroborar si es así. “Se han prendido los pastizales linderos (NdP: sería en una fábrica abandonada) y las llamas pasaron para acá. Lamentablemente tomó la parte de la playa y donde estaba el depósito de residuos peligrosos y eso generó un fuego rápido que se propagó velozmente”, explicó a los medios Mirengo, quien aseguró que en los 36 años que tiene la firma en San Luis nunca vivieron una situación así. “Esto es muy triste… Con lo que cuesta mantener las plantas luego de ver pasar la pandemia, que le pegó a las industrias mucho más fuerte. Esto da bronca, da desilusión, pero siempre digo que el industrial es optimista, está acostumbrado a los vaivenes económicos. Esta vez nos tocó a nosotros”, lamentó.

 

Fue también una noche intensa para los socorristas y empleados de la firma (tiene una brigada para intervenir ante este tipo de hechos) que trabajaron en la extinción. Juan Ramírez, jefe de Bomberos Voluntarios de San Luis, dijo que trabajaron hasta las cuatro de la madrugada. “De nuestra institución fueron seis dotaciones y se solicitó la colaboración de la Regional 1 de Bomberos Voluntarios de la Provincia, que bajaron de los cuarteles de El Trapiche, El Volcán, La Punta”, enumeró.

 

También intervino San Luis Solidario y los bomberos de la Policía, a cargo, además, de la pericia para establecer la causa del siniestro. El jefe de ese cuerpo, comisario mayor Rafael Godoy, estimó que a mediados de esta semana le entregarán a la Comisaría 4ª el informe con sus conclusiones sobre el punto de inicio y, en base a ellos, se sabrá si fue intencional o accidental.

 

"Hubo varios estallidos, un par de los cuales fueron de mayor magnitud, según lo que escucharon los vecinos. En un depósito se puede haber dado una explosión en masa de tachos en los que había materia prima", estimó una fuente. Y la detonación más grande pudo ser en un tanque de almacenamiento de tolueno, que tiene una capacidad que ronda los 40 mil litros y es la que está más próxima al barrio que está atrás de la planta. “Visto desde el frente de la fábrica, estaba hacia la izquierda del sector del incendio. Está el área de tanques de almacenamiento, que en total deben ser seis o siete, después hay una nave con reactores, y a la derecha, un galpón de chapas, un depósito de materia prima, en el que había solventes, aceite, resina, esmalte. En esa estructura, que está más cerca de la calle, hubo varias explosiones y se arruinó totalmente. Entre medio de esas estructuras había tachos de 200 litros con glicerina, que también tomaron fuego”.

 

 

En algunos sectores los bomberos trabajaron con agua, y en otros fue necesario atacar las flamas con una espuma sintética, “ideada para ese tipo de líquidos inflamables, que lo que hace es generar una capa, entonces el aire no toma contacto con el combustible y además, absorbe la temperatura del líquido inflamable, actuando por enfriamiento y por sofocación”, explicó Godoy.

 

Ayer a la mañana, el personal de la fábrica fue a cumplir con tareas. Consultado sobre si la producción estaba comprometida, Mirengo aclaró que la de resina sí —es el sector que sufrió destrucción total— pero no así la de pintura, en la que ayer trabajaron. “Acá —en referencia al área de resina— tenemos 10 personas, al grueso del personal lo tenemos en la planta de pintura, que es donde pudimos evitar que el fuego se propagara”, amplió. Tienen alrededor de 90 empleados.

 

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