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"Sex education", la última terapia

La cuarta temporada de la serie sobre sexualidad y psicología llegó con un adiós cerrado y apertura de temas.

Por María Florencia Baccello
| 02 de octubre de 2023
Una de las series más famosas y controversiales llegó a su fin con el crecimiento de varios de sus personajes, la ausencia de otros. Fotos: redes.

Con personajes entrañables y otros que llegaron para quedarse en el olvido, la cuarta  y última temporada de "Sex education", la comedia dramática creada por Laurie Nunn, llegó a Netflix para calmar las ansiedades de sus seguidores que esperaron cerca de tres años para volver a ver la historia que retrata el amor y el sexo en sus diferentes facetas.

 

Para comenzar a hablar de "Sex education" hay que remontarse a 2019 cuando la primera temporada llegó el 11 de enero para conquistar corazones y principalmente abordar temas que hasta ese momento eran tabú o generaban incomodidad, como la masturbación o el aborto. Lo diferencial fue que el programa no dejó de lado la sensibilidad y la acopló en un equilibrio perfecto con el humor.

 

La trama principal gira alrededor de Otis Milburn, interpretado por Asa Butterfield, un joven tímido de 16 años, hijo de una terapeuta sexual de mente superabierta que creció junto con los tips que llegaban por parte de su madre.

 

Gracias a lo aprendido en su hogar, Otis logra inesperadamente ayudar a un estudiante de la escuela y abre una improvisada clínica sexual junto a Maeve (Emma Mackey), la típica chica conflictiva del instituto que vive sola porque tiene una madre hundida en las drogas y una hermana pequeña a la que cuida de los vicios que suceden en su hogar. En esta primera entrega también aparece Eric, interpretado por Ncuti Gatwa, quien se transforma en el mejor amigo de Otis y asume su sexualidad de la mejor manera, aunque en su familia ultrarreligiosa no aceptan las elecciones de su hijo.

 

A partir de la primera temporada, la historia de amor y desencuentro de Otis y Maeve comienza a dar sus primeros pasos como también todo lo que sucede dentro de la clínica de acompañamiento sexual. En esta entrega, surgen temas de todo tipo que empiezan a cuestionar al televidente como, por ejemplo, el aborto, donde se inmortalizaron frases y escenas que quedaron marcadas para siempre no solo en el público adolescente.

 

La segunda temporada llegó un año después y profundizó no solo en las relaciones amorosas de los personajes, sino también en las enfermedades de transmisión sexual como la clamidia, que de un día para el otro hace que en la escuela haya un brote que enloquece a todo el cuerpo docente y estudiantil.

 

En esta temporada también se habló del abuso sexual y convirtió la historia de Aimee, la mejor amiga de Maeve, en una de las más abrazables en el mundo del streaming. Cómo olvidar esa escena donde las amigas y compañeras de la chica rubia más simpática del colegio Moordale enfrentaron, desde la empatía con la víctima, al abusador, sentadas todas en el mismo colectivo.

 

La tercera temporada tuvo un giro más emocional y mostró las relaciones que surgieron en las anteriores entregas, pero también salieron temas profundos que dejaron una reflexión como el desamor, la infidelidad, la discapacidad y la libertad que pueden experimentar las personas a partir de un encuentro sexoafectivo.

 

Y llegó la cuarta, controversial para muchos porque no cuenta quizá con esa chispa que tuvieron las demás ni las escenas repetitivas de sexo con las que comenzaba cada episodio, pero igual de inolvidable que el resto de la serie.

 

Sin embargo, la inclusión forzada se mostró mucho en esta nueva escuela a la que Otis y sus amigos deben asistir por el cierre de Moordale.

 

El nuevo instituto se llama Cavendish y se destaca por ser un lugar moderno y progresista que acoge a identidades de todo tipo. Está llena de color y libertad. Tiene clases de yoga, cuidado del medio ambiente, almuerzos veganos y una variedad de identidades que pasan por personas transexuales, no binarias, gays, lesbianas, asexuales, entre otros.

 

Esta nueva escuela se asemeja en nada a lo que puede suceder en una convencional. Por ahora, es impensable que los menores de edad de cualquier parte del mundo se encuentren con una discoteca silenciosa dentro de sus colegios, un espacio de expresión para que digan lo que piensan adelante de todos o una clase de arte en vivo con modelos completamente desnudos. Pero como en cada temporada, la serie se diferencia por llevar al extremo lo que sucede en la vida real.

 

En esta entrega, Otis desea abrir nuevamente su espacio de asesoría sexual en un lugar que parece ideal para encontrarse con las nuevas identidades que requieren de su ayuda, pero no todo es como lo esperaba. Además de que se encuentra separado de Maeve, quien se fue a Estados Unidos para seguir con sus estudios tras revelarle sus verdaderos sentimientos a Otis, con quien mantiene una relación a distancia, en el instituto se encuentra "O", una joven terapeuta que además es influencer y se ganó la popularidad de los estudiantes por sus sabios consejos.

 

Una de las características de "Sex education" que afloró en las primeras temporadas y que no se vio del todo en la última entrega, salvo en el primer capítulo que cuenta con una escena donde Eric y Otis se llevan todas las carcajadas, era su tono humorístico, siempre acompañado por tintes dramáticos o situaciones que vivían los personajes que lograban que sus malas rachas dieran gracia.

 

En la cuarta temporada, la química se alteró y lo que parecía todo gracioso se nubló por los dramas y las temáticas más serias y adultas que se vieron en la trama como el puerperio, el cáncer, la violencia de género o la menopausia, dándole un paso al costado a las situaciones torpes y divertidas que fueron características infalibles de la serie en sus comienzos.

 

Otra de las razones por la que la cuarta temporada es diferente es la ausencia de varios personajes del elenco inicial. Muchos de los actores y actrices decidieron no continuar para poder ahondar en nuevos proyectos profesionales. Entre los ausentes se encuentran Patricia Allison, quien hizo de Ola en la segunda y tercera temporada, y se puso en el papel de la novia de Otis cuando el protagonista aún no tenía en claro los sentimientos con Maeve.

 

Muchos seguidores en las redes sociales celebraron que ya no estuvieran en el final como también que sea la cuarta el cierre definitivo de la serie porque, cabe ser realista, los actores ya no parecen adolescentes de 16 años y se nota desmedidamente su crecimiento. La mayoría estaría más acorde con un papel más adulto como profesores o padres antes de interpretar a estudiantes.

 

El cambio repentino del elenco, aunque  fue anunciado en las redes sociales y portales de noticias un año antes de que se comenzara a grabar la última temporada, provocó la llegada de nuevos intérpretes, muchos de los cuales pasaron más tiempo en la pantalla que los propios protagonistas. Una de ellas es Abbi, una mujer trans y "abeja reina" de la escuela considerada como la más popular gracias a su seguridad y encanto que la llevan a no tener nada que ocultar. La joven es quien le insiste a Eric para cuestionarse muchas cosas de su vida y sus vínculos, entre ellos, su relación de amistad con Otis.

 

Una de las características de la cuarta temporada es la multiplicidad de tramas que existen para despedir a los entrañables personajes y también conocer a los nuevos que de una forma u otra se entrometen en las historias principales.

 

En esta última entrega se resuelven las historias de todos los personajes a la misma vez, es por eso que las críticas celebran que ninguno quedó inconcluso y varios de ellos crecieron de forma increíble.

 

Uno de ellos es Adam Groff, protagonizado por Connor Swindells, quien comenzó en la primera temporada con una personalidad abusiva y, a medida que el tiempo pasó, mostró diferentes cualidades y sentimientos que se ganaron el interés y el amor de la audiencia.

 

Una de las escenas más famosas de Adam fue junto a Aimee en un encuentro íntimo justo en el primer capítulo de la temporada inicial. Desde aquella primera vez que su rostro fue conocido por la incertidumbre que cargaba al tener sexo con su novia mientras fingía un orgasmo, el joven tuvo varios encuentros de todo tipo que mantuvieron atentos a sus seguidores.

 

Groff fue uno de los que le dio sentido a la esencia de la serie y palpó en primera persona esa educación sexual que traspasaba la pantalla. Primero descubrió que le gustaban los hombres y junto a Eric asimiló su bisexualidad, para luego obtener la confianza para salir del closet incluso con sus padres poco permisivos.

 

El cambio de Adam también estuvo vinculado con lo emocional y con la relación con su padre, Michael Groff, el director de la antigua escuela que no dejaba que el joven se exprese como quería. Adam sentía que nunca podía cumplir con sus expectativas, motivo suficiente para sentirse frustrado y que buscara en la violencia o en la poca comunicación una salida inviable.

 

La historia de Adam y su progenitor fue secundaria a lo que le sucedió a Otis o a Maeve, quienes se llevaron el protagonismo en cada temporada, pero con el paso del tiempo y gracias a varios factores que acompañaron sus procesos, el joven llegó a tener una de las escenas más esperadas de la cuarta temporada, que seguramente sacará lágrimas a quienes la vean y sigan la historia desde el principio.

 

Con esta escena, "Sex education" le demostró a su público que hablar solo de sexo sería aburrido si en el medio no se tocaran otras cuestiones como el amor, la responsabilidad afectiva, la amistad, el autocuidado y la libertad de ser quien quiera ser sin miedo a los prejuicios.

 

"Sex education" le dejó a una generación entera la capacidad de hablar de lo que ellos quieran, principalmente sobre esos temas que rondan actualmente en la cabeza de muchos.

 

El final de la temporada se sintió como una despedida necesaria. No había más que saber de cada uno de los protagonistas. Fue una terapia sanadora y positiva con un cierre definitivo y romántico, pero no cursi, para quienes siguieron las aventuras de Otis y sus amigos.

 

"Sex education" dejó como legado para futuras producciones o en la mente de los seguidores una expresión segura del valor de la inclusión en todos sus sentidos.

 

 

Redacción / NTV

 

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