La tradición de ir a la Villa, un legado de generaciones

La verdad es que es una costumbre familiar venir todos los años a cumplir con el Cristo de la Quebrada. Hoy es más corta la estadía porque tenemos que jugar esta noche (por ayer), realizamos el calvario y ahora, a descansar para el partido”, mencionó Gustavo Acosta, jugador y referente del equipo de básquet de GEPU sobre su visita a la Villa.

El deportista afirmó que en su familia la convocatoria a la festividad religiosa supera los treinta años. Sus padres lo llevaban desde pequeño, fe que les transmite a sus hijos y a su esposa. El caso de la familia Acosta no es el único ejemplo de perseverancia y devoción para cumplir con el Santo.

“Yo asisto a esta jornada desde hace cuarenta años y es una tradición muy fuerte y arraigada a lo espiritual de uno mismo. Es lindo ver cómo las personas que somos devotas tenemos el derecho de regocijarnos en la presencia del señor, más allá de lo comercial”, expresó Miguel Reyes, promesante.

Dijo que no asistió durante dos años por culpa de la pandemia. Además, enfatizó que San Luis ha crecido de manera demográfica y remarcó que la población debe pedirle al Cristo por los niños en situación de calle a nivel nacional.

“La provincia ha crecido de forma exponencial y los lugares placenteros de las localidades han sido embellecidos de una forma espectacular. En cuanto a la pobreza y los chicos que tienen que vivir a la intemperie, le pido al Cristo que les abra una puerta para que no les falte el alimento y los proteja”, agregó Reyes.

Los feligreses remarcaron que los pedidos solicitados han tenido una respuesta favorable por parte del Santo. También destacaron que año tras año la convocatoria a la Villa de la Quebrada crece, y que eso se puede notar en las calles de la localidad durante la festividad en los primeros días de mayo.

“La verdad es que estoy contento de poder estar presente nuevamente y ver muchos jóvenes que vienen por primera vez. Es importante inculcar los principios de la fe en esta sociedad tan convulsionada”, dijo Luis Muñoz, otro promesante que asiste a la Villa de la Quebrada desde hace más de dos décadas.

Los miles de asistentes que arribaron a la localidad serrana en estos días expresaron toda su devoción por el Cristo de la Quebrada en una de las festividades patronales más convocantes de la provincia. El agradecimiento de la comunidad fue permanente durante las celebraciones.  

“Personalmente, no vengo a cumplir una promesa y nunca asistí con esa finalidad. Lo mío pasa por el agradecimiento, por la familia que tengo y poder disfrutar el día a día con lo que hago”, agregó Acosta.   

Ayer los fieles estuvieron atentos a las palabras de monseñor Gabriel Barba, quien en una nueva edición de la festividad transmitió la palabra de Dios en la misa central, ante la mirada atenta de los creyentes. "Si mantenemos firmes nuestras convicciones religiosas, es más fácil afrontar lo cotidiano y es un aprendizaje importante para todos", subrayó Muñoz. 

Las personas que asistieron coincidieron en que la organización en la localidad fue excelente, y que se respetaron y brindaron los servicios tanto de salud como de seguridad.