Hubo seis allanamientos por estafas con ventas de vehículos

A fines del mes pasado, efectivos del Departamento de Investigaciones (DDI) de la capital secuestraron un Peugeot 208 con pedido de secuestro y que, mediante un ardid, le fue vendido a un vecino de Fraga, quien a su vez entregó su camioneta como parte de pago en lo que al final fue una estafa. La semana pasada, la misma dirección de la Policía halló ese segundo vehículo y realizó seis allanamientos en la capital para desentramar la red que estuvo detrás de las ventas ilegales. Secuestraron 15 teléfonos y documentación, pero aún no hay detenidos.

A principios del mes pasado, un empleado rural de apellido Coria, vecino de Fraga, comenzó a buscar vía online un vehículo para comprar. Así llegó a una publicación en Facebook y concretó un encuentro con un vendedor identificado como Ramón Valdez, el 16 de julio, en una estación de servicio cercana a la Ediro, de la capital.

La víctima, de 41 años, probó el Peugeot 208 blanco, giró 200 mil pesos a la cuenta de un tercero que le indicó la persona con quien se encontró, bajó sus pertenencias de su Ford Ranger XLT Full 2006, la entregó como parte de pago y regresó a su localidad sin haber firmado el formulario de transferencia, admitió.

Días después, cuando notó que toda la documentación que le habían entregado estaba adulterada y que el número en los cristales del Peugeot no coincidían con el dominio del mismo, a Coria no le quedó otra que hacer una denuncia por estafa y entregarle el auto al personal de Investigaciones.

La camioneta pasó de manos rápido. Cuatro días después de la estafa a Coria, un vecino de la capital de apellido Dospital encontró, en un perfil de Facebook a nombre de Joaquín Leyes, algo que le interesaba: una Ford Ranger XLT gris.

La nueva víctima y su suegro acudieron a un encuentro con el vendedor al día siguiente, en una casa del pasaje Vives al 100. Dospital notó que la camioneta no estaba igual que en las fotos que había visto (le faltaba la jaula y la lona trasera, y tenía las llantas pintadas de negro). No obstante, negoció adquirirla por un millón y medio de pesos, y se fue con la promesa de que al día siguiente firmarían la transferencia.

El comprador no pudo volver a comunicarse con el tal Leyes y decidió denunciar el hecho en la Policía. Los investigadores de la DDI, quienes tomaron el caso, establecieron que el vendedor, quien efectivamente tiene domicilio en el pasaje Vives, utilizó cuentas bancarias de varios allegados para hacer movimientos de dinero relacionados a las estafas denunciadas.

Con esos datos, la Policía le solicitó al juez de Garantías 1, Marcos Flores Leyes, seis órdenes de allanamiento en domicilios de los barrios Solidaridad, Serranías Puntanas, Maximiliano Toro, 9 de Julio y 1º de Mayo, y también la casa en el pasaje Vives. Los procedimientos terminaron con el secuestro de 15 teléfonos celulares y tres cédulas de identificación de un auto Volkswagen Polo que tiene pedido de secuestro.