Zona sur: entre el abandono, la basura y fluidos cloacales

La ciudad de San Luis atraviesa el traspaso de una nueva gestión que a poco más de un mes de asumir todavía no logra acomodarse y eso es algo que se nota cada vez más. El Diario de la República recorrió algunos barrios de la zona sur de la capital puntana donde constató que “las postales” se repitieron una y otra vez: montañas de bolsas de basura en esquinas, falta de recolección, problemas con el alumbrado público, los fluidos cloacales que están a punto de hundir el pavimento y plazas completamente abandonadas.

“Si la gente comenzó a tirar la basura o los escombros en las esquinas es porque no sabe dónde dejarla o dónde llevarla. Antes podías llamar a la Municipalidad para que la vinieran a buscar, pero ahora ni siquiera te atienden el teléfono”, explicó Marisel Robledo, una vecina del barrio Maximiliano Toro.

Para graficar, las esquinas del predio de la Parroquia Nuestra Señora del Valle que está en la  zona, a pesar de que luce carteles que dicen “Prohibido arrojar basura", acumulan montículos de bolsas, escombros, sillas rotas y otro tipo de desechos que forman parte de un panorama lamentable. A tres cuadras está la renovada plaza del Maximiliano Toro, que cuenta con cestos, pero el mismo denominador común: una montaña de escombros, cajones de verduras rotos y bolsas rotas en las veredas que demuestran que hace tiempo no hay limpieza. 

En ese mismo lugar, el deficiente o nulo alumbrado público trae preocupación a los vecinos porque según señalaron “de noche es una boca de lobo”. La semana pasada Edesal emitió un comunicado para dar a conocer que hace 15 días detectaron el robo de cables en ese punto cardinal de la capital. “Ahora dicen que es por eso, pero hace tiempo que sufrimos de la falta de luz en las calles. Algunos focos led ya no funcionan y nadie los viene a arreglar, intentamos reclamar porque a la noche es una oscuridad que da miedo, pero no nos atienden”, contó otra vecina.

En esa misma línea, los reclamos por la falta de luz en las calles son varios. Florencia Escudero vive en el barrio Lucas Rodríguez y le contó a este medio que la cuadra de su casa estuvo más de una semana a oscuras y temían por los robos. “Tuve que ir personalmente hasta la Municipalidad para que me tomaran el reclamo porque de noche casi que no se podía andar en la oscuridad y también por el miedo que eso generaba”, dijo.

Con respecto al agua servida, Sandra Rodríguez, una vecina que vive en la calle Amapola del barrio Manuel Lezcano, contó que hace más de un mes reclaman por la rotura de una cloaca que está frente a su casa. “El problema es que son fluidos cloacales, por ende el olor es insoportable, además que el asfalto se está hundiendo y no hay nadie que venga a arreglarlo. Todos los vecinos hicimos el reclamo, pero no vienen”, contó con cierto enfado.

Los reclamos los han efectivizado por el número de reclamos que tiene la Municipalidad a través de WhatsApp porque en la otra línea telefónica gratuita disponible (147) nadie atiende.  “A todos los vecinos nos dijeron que hay un número de reclamos, hacemos el pedido y únicamente nos contestan que ya se constató y ahí se termina todo, no tenemos ninguna noticia ni siquiera una persona que vaya a mirar y decirnos cuándo lo van a solucionar. Hacemos reclamo tras reclamo, pero nadie nos dice nada”, aseguró.

En las redes sociales de la Municipalidad informan los trabajos que realizan día a día y el miércoles publicaron por primera vez el comienzo de los operativos de limpieza. Fueron en el canal de la rotonda Cerros del Sol.

En el barrio Serranías Puntanas y en el más joven de la ciudad, el Paseo de los Jacarandaes, la realidad no dista mucho de los que están del otro lado de la ruta 3 o avenida Presidente Raúl Ricardo Alfonsín.

Hay bulevares y espacios verdes de los que los yuyos se apoderaron y ya no dejan ver ni jugar en los juegos que no tienen un año de antigüedad. La placita que está a la vera de la avenida Lafinur extremo sur frente a la rotonda que le da bienvenida a esa poblada zona es uno de los tantos ejemplos.

Ante la falta de comunicación que denuncian los vecinos por no tener una línea de reclamo que los atienda, utilizan esas publicaciones para exponer las falencias que sufre cada barrio. Nicolás Astudillo, de la zona Faro 1, comentó: "Se alinearon los planetas, sin alumbrado público, sin agua y sin mantenimiento en espacios verdes".