Aseguran que las salas de cine no tienen problemas edilicios
Están en un edificio del Molino Fénix separado de otros sectores, por lo que no hay riesgos para los espectadores.
En un comunicado más alarmante que esclarecedor, el Ministerio de Educación de San Luis informó que la Escuela Generativa "Félix Máximo María" comenzaría sus clases en otro lugar debido "a problemas edilicios que posee el Complejo Molino Fénix". Por eso, las autoridades de las salas de cine que funcionan allí aclararon que en su sector no hay ninguna falla estructural y, por lo tanto, no hay riesgos para los espectadores que desean disfrutar de una película.
El centro cultural está compuesto por diferentes inmuebles que están reunidos entre las calles Comandante Videla, Pueyrredón y Belgrano. En esos bloques funcionan distintas entidades como la Casa de la Música con sus estudios de grabación y sus aulas, el teatro y el colegio, que ocupaba parte de los antiguos silos que pueden verse desde lejos y le dan su característica postal al lugar.
La firma Cines Fénix desarrolla su actividad en una de las zonas más nuevas de toda esa infraestructura. "Es un edificio completamente separado del resto del Complejo, que está en perfecto estado de mantenimiento y tiene sus habilitaciones municipales al día", aseguró Héctor Megy, uno de los socios de la empresa.
La publicación, realizada por el Gobierno de San Luis y replicada en Agencia de Noticias San Luis, informaba de problemas graves, como "electrificación de paredes y peligros de derrumbe", pero no especificaba cuáles eran las partes afectadas ni qué medidas tomarán para solucionarlo.
Por eso, la preocupación de los socios de la firma era sentir un coletazo inesperado por el miedo que la información podía generar entre el público, cuando en realidad no hay riesgos en el lugar donde están las salas para disfrutar de las películas.
"Entre el cine y la Casa de la Música hay por lo menos setenta metros de distancia, y hay más de cien con las torres. Si existe algún problema allí, no repercute para nada en donde estamos nosotros", explicó Megy.
De esa forma, llevaron tranquilidad a la población que asiste a diario, sobre todo con sus hijos, para distenderse un rato y apreciar alguno de los estrenos que ofrecen en su cartelera.
La falta de claridad en la información oficial se vuelve más perjudicial en un momento de crisis económica que ha tenido sus lógicas consecuencias para el rubro. "Para nosotros, el verano representa la temporada baja en la cantidad de espectadores y siempre disminuye entre diciembre y marzo. Pero, en este año en particular, el poder adquisitivo de la gente ha cambiado sustancialmente y, dentro de la larga lista de prescindibles que tienen las familias para ahorrar, el cine está cerca de encabezar ese ranking", analizó el socio.
Para enfrentar ese panorama adverso, la empresa ha tenido que desarrollar más estrategias que las habituales para atraer el público a las pantallas, sobre todo con promociones que incentiven y hagan más liviano el gasto de un grupo que sale. "Creemos que en este momento el cine es fundamental para que la gente tenga un rato para despejarse. No es la solución, pero ayuda", expresó.
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