Los comerciantes buscan establecer el horario corrido

Referentes puntanos del comercio piden que se implemente horario corrido, debido a los fuertes incrementos en las tarifas de electricidad y gas, sumado a la caída de afluencia de clientes por las bajas temperaturas en la temporada de otoño-invierno.

El horario propuesto iría de 9 de la mañana a 19 horas; también se baraja la chance de que sea de 9 de la mañana a 17 horas, según el criterio empresarial. La idea es que todos deberían estar de acuerdo.

A grandes rasgos, se busca aprovechar más la luz solar. También sería un beneficio para los empleados que, al trabajar en ese horario, gastarían menos en transporte, pues si se manejan en colectivo pagarían el viaje de ida al trabajo y el de vuelta a sus hogares (y no por partida doble). Asimismo, erogarían menos si se manejan en una moto o un vehículo, ya que ahorrarían en combustible.   

Uno de los gerentes de una reconocida tienda de Junín y San Martín, Andrés Sánchez, señaló que si el horario corrido es de 9 a 17 horas, como se implementó durante la pandemia de COVID-19, se podría realizar de nuevo. “La gente en San Luis duerme siesta y si los comercios están abiertos hasta las 19, seguirán durmiendo siesta y van a ir al negocio antes que cierre. Entonces, el horario de las 14 a las 16 serán horas perdidas, porque no va haber personas en la calle. Considero que lo correcto sería hacerlo de 9 a 17 o 17:30, porque la gente sabrá que los comercios cierran temprano, saldrán a la siesta a comprar y tendremos un movimiento permanente y fluido”, precisó.

Argumentó que si la iniciativa va de 9 a 19, son 10 horas, con lo cual los locales deberían tener cierta cantidad de empleados para que se pueda trabajar en dos turnos. “Actualmente está difícil por la situación económica que muchos comercios tengan personal suficiente para hacer los dos turnos, porque depende la cantidad se podrá cubrir una parte y la otra no”, detalló.

La segmentación horaria también permitiría que las tarifas de electricidad y gas sean de menor monto, al reducir el tiempo que se va a trabajar. “Se aprovecharía más la luz solar y el gasto para calefaccionarse sería de menor valor. También sería un ahorro para el personal que se mueve en un medio de transporte, aquellos que se trasladan en colectivo gastarían en solo dos pasajes”, destacó.

Resaltó que de implementarse esta nueva modalidad, deberían ponerse de acuerdo todos los comerciantes. Al mismo tiempo, todos tendrían que cumplir el horario.

“Cuando se implementó en la pandemia fue un beneficio para los dueños de los comercios y los empleados. Además, brinda una nueva posibilidad a los clientes para ir a comprar”, dijo Marcelo, quien atiende un negocio de indumentaria frente a la plaza Pringles.

El joven señaló que con el nuevo horario podrían captar aquellas personas que salen del trabajo y pueden llegar a los negocios, al saber que están abiertos. “Lo mismo que aquellos que llevan a sus hijos a la escuela, pueden dejarlos y llegar a un comercio para comprar”, opinó.

Coincidió, como muchos comerciantes, que también será importante el ahorro de gas y electricidad. “Uno abre temprano y muchas veces no entra ningún cliente. Tampoco se puede tener abierto dos horas, pero la idea es aprovechar la luz solar lo más que se pueda y evitar calefaccionar hasta altas horas el negocio”, manifestó.

Pedro, encargado de un local masculino de calle Rivadavia, no compartió por completo las apreciaciones de sus pares y señaló que el rubro siempre trabajó horario cortado, salvo en tiempos de coronavirus. “Es un horario difícil para el puntano porque duerme siesta, pero si lo llegan a cambiar habría que probar y adaptarse a la mayoría”, resaltó.

De todos modos, reconoció que beneficiaría en la parte económica a los propietarios y a los empleados. “Se ahorraría en electricidad, gas y combustible para trasladarse o en pasajes de colectivo. Pero la gente a la siesta no sale, habría que ver si se implementa para que compren entre esos horarios”, concluyó.

Lo cierto es que una gran parte de los consultados está de acuerdo en la implementación de la medida. Habrá que ver cómo sigue el diálogo de cara a la concreción de la alternativa.